Con el objetivo de generar vínculos que les permitan continuar con la venta de sus productos y reactivar el mercado interno en medio del aislamiento social preventivo y obligatorio que rige en todo el país,
“Surgió de una charla de un grupo de amigos, por WhatsApp, y la idea es que cada emprendedor pueda compartir de qué se trata su producto o servicio y así ayudarnos entre otros. Es una cadena y todos nos podemos ayudar.
La intención es que se mantenga activo y funcione. Somos vecinos que queremos reactivar el mercado interno, seguir subsistiendo con nuestros emprendimientos”, sintetizó Tania Panasiuk, una de las creadoras del grupo.
La iniciativa tuvo rápida repercusión y con el transcurrir de los días se fueron sumando tanto emprendedores como clientes, hasta llegar ayer a 2.300 integrantes en el grupo.
“Armamos el grupo abierto en Facebook, empezamos a invitar a nuestros amigos y se fueron sumando clientes y emprendedores. También se sumaron profesionales como abogados, trabajadores de estamentos como Rentas con asesoramiento, por citar algunos.
Lo más importante, además de que cada uno se haga conocer, es que pueda reactivar sus ventas, porque la mayoría necesita seguir vendiendo y generando” durante la cuarentena, explicó la vocera del proyecto.
Ofertas para Pascuas (como huevos de chocolates, canastitas, golosinas o roscas), confección de barbijos, venta de telas, modistas, ornamentaciones, artesanías, plantas, comidas, repostería, lavandería, jabones, clases de idiomas y muebles son algunos de los productos y servicios que abarca el emprendedurismo obereño. “Necesitábamos hacer algo para ayudarnos.
Es una obligación moral, esa fue la motivación. Debemos estar unidos. No es una etapa fácil para nadie, pero la podemos hacer más llevadera entre todos”, sentenció Panasiuk.