Corea del Norte informó que este sábado fueron liberados que todos los extranjeros que se encontraban realizando la cuarentena por el coronavirus en el país.
Lo mismo ocurrió con los propios ciudadanos que estaban en la misma situación de cuarentena en las provincias de Phyongan del Sur y Hwanghae del Norte, que están cerca de la capital, Pyongyang, y la ciudad de Rason, al límite con China y Rusia.
El informe precisa que la cuarentena duró 30 días y, aunque no indica cuantas personas la cumplieron, las cifras difundidas semanas atrás por medios estatales hablan de alrededor de 10.000 personas.
Al principio, Corea del Norte había puesto en cuarentena a 380 viajeros que llegaron en un vuelo especial dispuesto para el regreso de docenas de diplomáticos rusos a Vladivostok.
Pyongyang ha dicho que solo registró un caso de coronavirus en su territorio. Aunque expertos extranjeros han puesto en duda esa afirmación.
En cuanto se desató la pandemia, Corea del Norte prohibió el ingreso de turistas extranjeros, cerró casi todo el tráfico fronterizo con China, intensificó la detección de infectados en los puntos de ingreso al país y movilizó a los trabajadores de la salud para controlar a los ciudadanos y aislar a aquellos a los que se le detectaran síntomas.
La Radio Free Asia, con sede en Estados Unidos, divulgó este sábado el testimonio de un ciudadano norcoreano que asegura que el gobierno ha estado informando a la gente sobre la existencia de contagios aunque sin dar cifras.
“Están haciendo una especie de sesión informativa llamada ‘trabajemos juntos por la cuarentena para cumplir con las órdenes del líder supremo (Kim Jong Un)'”, explicó un residente de la provincia de Ryanggang que habló bajo condición de anonimato.
El hombre agregó que uno de los oradores les confirmó que había habido contagios entre la población norcoreana y les dijo que si no se cuidaban podrían “dañar la economía popular”.
Hace dos semanas, el gobierno había comunicado que sus medidas de contención estaban siendo eficaces y que no se habían registrado casos positivos de Covid-19.
El comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, Robert Abrams, desconfió en ese momento de las declaraciones de Pyongyang y aseguró que informes de inteligencia contradecían esa versión.
Por otro lado, aseguró que “durante 30 días de febrero y principios de marzo, el Ejército norcoreano permaneció enclaustrado, y que adoptaron medidas draconianas en las frontera (con China) y en los barracones”.
Fuente: Télam