La cuarentena provoca una paralización económica que repercute fuerte en el sector privado, sobre todo las PyME que no están exceptuadas para trabajar.
Pero también genera un golpe duro en el Estado, que ha sufrido una caída de la recaudación y debe, con menores recursos, afrontar la misma cantidad de obligaciones y responsabilidades. Incluso en salud y seguridad el esfuerzo se ha triplicado en el último mes y medio.
El síntoma que mejor grafica el derrumbe es la coparticipación federal, son los impuestos que se recaudan en todo el país y se distribuyen a las provincias en forma automática. En abril, debido a la cuarentena, Misiones tuvo un crecimiento de los envíos de coparticipación de sólo 20%, cuando la inflación interanual superó el 40%. La Provincia recibió $4.103 millones y perdió en términos reales más de $1.000 millones, que no llegaron por la caída de la actividad.
La disminución impacta, a la vez en los municipios que reciben una parte de los recursos federales en forma automática, también por el sistema provincial de coparticipación.
El total captado por Misiones se compone de $3.839,5 millones de coparticipación y leyes especiales, y otros $264,1 millones de compensación del consenso fiscal.
Por ende, en total, Misiones recibió en abril 2020 la suma final de $4.103.622.092; apenas un 20,3% más que en abril 2019; lo que en términos reales (ajustada por IPC) representa una pérdida de $1.053 millones (estimándola sobre la base de la inflación registrada para la región del NEA en marzo, el último dato oficial).
Además, respecto a marzo de 2020, los recursos captados fueron un 2,7% menor, siendo el tercer mes consecutivo de caída nominal de recursos visto mes a mes.
También cayó la recaudación propia. A los $1.050 millones que no llegaron por vía federal se suman otros $350 millones de pérdida de recaudación de Rentas, totalizando una caída de los recursos provinciales de $1.400 millones en abril, según información del Ministerio de Hacienda.
Este enorme desplome en términos reales se produce en un marco de cuarentena obligatoria, aislamiento social y parate de la actividad económica.
En marzo, la pérdida en términos reales de recursos para Misiones fue de aproximadamente $740 millones, por lo cual, en dos meses, la provincia perdió más de $1.790 millones sólo por coparticipación.
De hecho, las transferencias recibidas a Misiones en el ítem correspondiente al IVA, que permite medir la evolución del consumo, crecieron apenas el 21,0% interanual, por debajo incluso del crecimiento total provincial; el correspondiente al Impuesto a los Combustibles Líquidos, por su parte, tuvo una caída nominal interanual del 15,2%; mientras que el Monotributo, por su parte, creció apenas el 8,6%.
Los envíos de Financiamiento Educativo y Bienes Personales sí mostraron alzas en términos interanuales (+131,3% y +516,5%, respectivamente).
En otras provincias
El impacto es generalizado. Afecta a todos por igual. En abril a Corrientes ingresaron $4.570,6 millones en concepto de transferencias automáticas de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal), significando un incremento nominal de apenas el 20,2% respecto al mismo mes del 2019, mientras que, respecto a marzo, cayó un 3,1%.
Si se compara ese crecimiento con la inflación registrada para el NEA (51,1%, último dato oficial), Corrientes perdió en términos reales poco más de $1.170 millones sólo en abril, según destaca un informe de la consultora Politikon Chaco. Formosa captó $4.193,9 millones de coparticipación y leyes especiales, y otros $126,9 millones de compensación del consenso fiscal.
Por ende, en total, Formosa recibió en abril 2020 la suma final de $4.320.908.393: apenas un 19,6% más que en abril 2019; lo que en términos reales (ajustada por IPC) representa una pérdida de $1.138 millones. A Chaco le giraron $5.752,9 millones de coparticipación y leyes especiales, y otros $275,5 millones de compensación del consenso fiscal.
En total recibió en abril 2020 la suma final de $6.028.366.813: apenas un 20,2% más que en abril 2019, lo que en términos reales representa una pérdida de $1.550 millones.