Si algo bueno se puede destacar, de todo lo malo que trajo esta pandemia a causa del coronavirus, es la solidaridad y la unión que despertó en muchos. Y Alem no es la excepción.
Desde que comenzó el aislamiento obligatorio a causa de la epidemia y que se formaron los comité de crisis en cada municipio, en esta ciudad comenzaron a ver la forma de llegar con la ayuda de comida a los barrios, para la familias más necesitadas.
La persona que está a la cabeza de esta movida es el sacerdote de la Iglesia Católica, Carlos Viera, quien tiene a cargo la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de esta localidad. Viera contó a PRIMERA EDICIÓN lo que están haciendo.
“Integro el comité de crisis municipal y una de las preocupaciones era la forma de ayudar a cientos de familias, principalmente aquellas que no reciben una bolsa de comida, muchos que son changarines que viven del trabajo del día a día y con el aislamiento perdieron la oportunidad de salir a ganarse el peso.
Hay acá en Alem muchos comedores que funcionan todo el año, pero hay barrios que no tenían, entonces propuse hacer una cocina centralizada, yo ya había trabajado en Posadas con esta modalidad, y se puede llegar a los lugares donde no hay comedor.
Y lo implementamos, en la cocina de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, que es muy completa y tiene todos los elementos, cocinamos y de ahí llevamos a los barrios como el 12 de Octubre, San Francisco, uno conocido como Espacio Verde cerca de la Escuela Especial 11, al barrio Cura Brochero, entre otros.
Estamos entregando de lunes a viernes entre 450 y 500 porciones de comida”, explicó. Formaron un equipo de trabajo dinámico y eficiente, es que como contó el sacerdote, esto no es político ni religioso, sino que tiene que ver con ayudar a otros en momentos difíciles “tenemos un equipo muy bueno, recibimos donaciones de empresarios y de vecinos, una empresa nos donó 2.500 kilos de arroz, otra 300 kilos de poroto negro, nos donan dinero, mercaderías, verduras y tenemos a la Municipalidad.
Una nutricionista nos ayuda con todo lo que debemos saber para que la comida sea nutritiva (para muchos es la única comida del día) y tenemos un equipo de cocineros para cada día de la semana, también equipos que después que se terminan las entregas de raciones vienen limpian y desinfectan todos los utensilios que se utilizarán al otro día, otro equipo que llega después y deja toda la verdura limpia y picada para el grupo de cocineros que vendrán la día siguiente.
También tenemos los equipos diarios de distribución, vienen las camionetas, cargan las ollas y se van a los barrios, la gente ya sabe el punto donde se distribuye la comida en cada lugar y ahí con sus olla y barbijos hacen la fila, con distanciamiento para recoger la ración del día que incluye la comida, pan y una fruta, porque la cooperativa nos donó mandarina, entonces depende cómo está compuesto el grupo familiar se le entrega una mandarina para cada integrante”, contó Viera.