En el marco del estado de emergencia sanitaria y el cese de actividades que dejó sin ingresos a cientos de miles de familias en la Argentina, cada provincia y municipio toma distintas medidas para garantizar el acceso a una alimentación básica para esas familias que quedaron desamparadas.
En San Vicente se aprobó a tal efecto la Ordenanza N°24/2020 a través de la cual se crea un “Banco de Alimentos Municipal”, por iniciativa del propio Ejecutivo local en adhesión a la Ley Nacional DONAL N°25989/04.
La Comuna dispuso “los medios necesarios para ser el puente entre todo aquel que pueda y desee colaborar con la donación y quienes más lo necesitan. Para ello pueden hacerlo acercándose a la Municipalidad y en diferentes supermercados de la ciudad”, informaron desde el Ejecutivo.
Esta ordenanza fue aprobada en este momento de emergencia sanitaria y social, pero está pensada para que perdure en el tiempo y sea una herramienta para asistir a la población en riesgo de aquí en adelante, como política de estado.
Así, el Municipio recibe las donaciones de los vecinos, en forma de alimentos no perecederos que estén “dentro de la fecha de vencimiento”, un “requisito indispensable para darse la donación de buena voluntad” y que está contemplado en el artículo 5 de la Ley DONAL.
La propia Comuna se encargará de clasificarlos, almacenarlos y distribuirlos entre los sectores más vulnerables, así como a través de comedores y merenderos.
El Banco de Alimentos municipal “funciona como el lugar físico donde las personas pueden acercar sus donaciones. Este sistema permite reunir, para luego distribuir de una manera equitativa y organizada, llegando a distintos puntos de la ciudad”, aclaró la Comuna.
Ley Nacional
La ley DONAL fue sancionada por el Congreso nacional en 2004 con el objetivo de “incentivar las donaciones de alimentos para contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias de las poblaciones más vulnerables”. Estipula quiénes pueden donar, qué productos, cómo debe hacerse y los derechos y obligaciones de cada parte, entre otros.
La ordenanza de San Vicente “se crea con el propósito de llegar a la mayor cantidad de familias que viven en situación de pobreza e indigencia. O aquellas que, por razones de fuerza mayor derivadas de situaciones especiales de emergencia social y/o sanitaria, se ven impedidas transitoriamente de generar su propia autonomía alimentaria”, aclara la nueva norma.
En análisis en Oberá
Un proyecto similar ingresó al Concejo Deliberante de Oberá el último martes, durante la sexta sesión ordinaria del cuerpo.
A diferencia del Banco de Alimentos de San Vicente, la idea en estudio en la Capital del Monte es que la Comuna, a través del Área de Saneamiento Ambiental, sea requerida cuando los dueños de supermercados se encuentren con mercadería que está apta para el consumo, pero no piensen comercializarla por tener el envase dañado o por cuestiones estéticas.
Entonces, el Municipio las retiraría del mercado y “el Banco de Alimentos será el organismo que puede llegar a aprovechar para tomar estos productos y hacerles llegar mensualmente este tipo de ayuda social a la gente no registrada”, explicó el presidente del Deliberativo, Santiago Marrodán, quien aclaró que esta iniciativa ya estaba en estudio el año pasado y ahora se retomó con motivo de la emergencia.