El malestar entre los profesionales y trabajadores de la Salud Pública de Posadas con autoridades sanitarias locales se hace cada vez más evidente en medio de la pandemia del COVID-19.
El lunes, después de 14 días de estar cerrado, volverá a funcionar el laboratorio del hospital Pediátrico en el que seis trabajadores dieron positivo para coronavirus.
Pero según pudo confirmar PRIMERA EDICIÓN, el Sindicato de Trabajadores del Hospital Pediátrico (SITRAHPE), que está en proceso de formación, presentó a la dirección del nosocomio una lista con los elementos y circuitos de seguridad indispensables para que los trabajadores retomen sus funciones.
“Si no están todos los equipos de protección, además de los circuitos y ambientes preparados, no volveremos. Pero confiamos que sí esté todo”, anticiparon los bioquímicos a este Diario.
Menos testeos
Hasta el 28 de abril, día que se conoció el diagnóstico positivo del laboratorista que tuvo contacto con el nene derivado al Garrahan, los trabajadores del laboratorio del hospital Pediátrico de Posadas apenas usaban barbijos y guantes.
“Ni siquiera podemos llamarlo equipo de bioseguridad a un barbijo que debíamos lavar todos los días y, en mi caso, tuve que usar dos semanas el mismo barbijo. Además, tengo una máscara protectora de mi propiedad que uso cuando trabajo con cepas patológicas peligrosas”, confió uno de los profesionales.
Sin dudas, la decisión del Gobierno de limitar el testeo a los pacientes con síntomas sospechosos de COVID-19 y, de este modo, suspender los testeos preventivos que se venían haciendo a los profesionales de la salud que estuvieron en contacto con pacientes positivos, obligó a muchos trabajadores a tener que pagar el estudio en el laboratorio privado para saber si podían seguir trabajando sin riesgo de contagiar a otros. Vale recordar que el test sale 5.100 pesos en el laboratorio privado.