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La pareja formada por Alejandra Goncalvez, obereña ella, y Mauro Dominguez, rosarino, llegaron ayer a Rosario desde Malasia, donde habían quedado varados a causa de la pandemia. Después de casi dos meses de verse impedidos de salir del país asiático, la pareja logró conseguir un vuelo que los trajera a Argentina y de ahí un colectivo los trasladó hasta Rosario, donde realizarán el aislamiento obligatorio.
Alejandra Gaoncalvez contó a PRIMERA EDICIÓN que “hoy a la mañana (por ayer) llegamos a Rosario, fue un viaje muy muy largo, son 16 mil kilómetros, salimos el 6 de mayo por la noche desde Malasia hacia Doha, en Qatar, esperamos seis horas allí en el aeropuerto, nos hicieron todos los exámenes médicos, oxigenación en sangre, para ver cómo estaban nuestros pulmones, nos tomaron la temperatura y otros exámenes, nos acompañaron el cónsul y el embajador de Argentina. Sólo tres pudimos pagar el costo del pasaje, son vuelos comerciales muy caros”, contó.
Después de las horas de espera en Doha “tomamos el vuelo hacia São Paulo, Brasil, allí nos alojaron en un hotel del aeropuerto porque Brasil no permite el ingreso al país, los costos del hotel fueron altísimos. Nos volvieron hacer exámenes en Brasil, pasamos la noche en el hotel del aeropuerto y el 8 de mayo por la tarde llegamos recién a Ezeiza, Argentina. Allí nuevamente nos hicieron exámenes, y después de los resultados debimos esperar los transportes que se van disponiendo para las provincias. Nosotros decidimos venirnos a Rosario y pasar aquí el aislamiento”, explicó Alejandra.
Alejandra es misionera y contó que decidió no volver a la provincia “porque no tengo un lugar donde me pueda quedar sola, no quiero que mi familia tenga que entrar en aislamiento total, porque ese es el protocolo, entonces decidimos pasar este aislamiento en Rosario, en un departamento los dos”.
Una vez en Rosario, los volvieron a examinar, les hicieron todos los controles médicos y les dieron las reglas del protocolo de aislamiento. “Ya estamos en el país, estamos felices, ya estamos tomando unos mates que extrañamos tanto, comiendo dulce de leche”, contó.