Durante la primera semana de reapertura de varios comercios de distintos rubros, que pudieron abrir nuevamente sus puertas el pasado lunes luego de casi 50 días de inactividad por el aislamiento social preventivo y obligatorio, el nivel de demanda fue muy escaso.
Así, diversos comerciantes de los rubros recientemente exceptuados, comentaron que en estos primeros días de reinicio tuvieron muy pocas ventas y que no se llegó, en la mayoría de los casos, a un 30% de lo que se comercializaba antes de la cuarentena.
Para conocer el nivel de ventas, PRIMERA EDICIÓN realizó un relevamiento por el microcentro posadeño.
Propietarios de una zapatería ubicada por calle Colón remarcaron que “en estos días no se vendió casi nada. La reapertura prácticamente no se sintió, para nosotros esta semana fue como si todavía estuviéramos cerrados”.
“Las personas que circulan en el centro en realidad lo hacen para pagar sus cuentas, o comprar comestibles, pero no quieren gastar en algo más que eso”, expresaron y agregaron: “Tampoco nos favorece el horario corrido porque a la siesta no hay nada de movimiento. Solamente hay personas circulando durante la mañana y hasta las 14, después ya no queda nadie en las calles”.
Por su parte, el empleado de una reconocida vinoteca contó: “Esta semana vendimos muy poco, la situación está muy complicada porque casi no entran clientes al negocio, ni siquiera a mirar los productos. El movimiento es muy escaso, peor que en enero cuando no hay gente en la ciudad”.
Así, dentro del complicado contexto, contó que entre las medidas tomadas por la empresa “nos redujeron el sueldo a la mitad, por consecuencia de todo el tiempo que el comercio estuvo cerrado. No queda otra que aguantar y esperar que las cosas se normalicen lo más pronto posible”.
A su vez, L. Villaescusa, propietario de una tienda de indumentaria, remarcó: “En estos días se ve gente en el centro, principalmente en los horarios que funcionan los bancos. Pero la venta no es la misma que se movía antes de la cuarentena. Ahora entra muy poca gente al local, con el frío hay muchas consultas por precios de abrigos pero pocos vienen con la decisión de comprar. Está muy lento esto de retomar la actividad. Hay que seguir apoyándose en todo lo que son las redes digitales porque la venta presencial es escasa”.
En tanto desde otro comercio de indumentaria, por calle San Lorenzo, señalaron: “No llegamos a un 30% de lo que se vendía antes de los cierres obligatorios. Ahora con las medidas sanitarias de protocolo, que son necesarias, se nos hace muy difícil ofrecer y vender las mercaderías porque los clientes de nuestros rubros tienen por costumbre recorrer mucho tiempo dentro de un negocio y probarse varias prendas antes de decidirse a comprar algo”.
“Mucha gente quiere probar varias opciones antes de decidirse a gastar su dinero, que ahora encima escasea y requiere más cuidados que antes. No es tan fácil gastar. Esa costumbre instalada, de revisar y probar varias opciones, hace que muchos clientes directamente no quieran entrar al local porque no están seguros de encontrar lo que buscan o no tienen ese impulso de comprar algo”, completó.
El dueño de una librería sobre calle Ayacucho indicó que “el regreso de esta semana fue muy lento y preocupante. Nos duele mucho ver lo que pasa, pero se entiende, la crisis golpea a todos y mucha gente que antes compraba en nuestro local ahora no tiene recursos para hacerlo”.
“Además no se ven prontas soluciones para todo esto, así que tendremos que comenzar a evaluar otras opciones, como un cierre definitivo o intentar con el cambio a otro rubro por más difícil que resulte”, culminó.
Con nivel aceptable
Entre los pocos rubros que tuvieron un movimiento aceptable de ventas, durante la primera semana de reapertura, se ubicaron las tiendas de electrodomésticos y computación.
Así, el vendedor de una casa de electrodomésticos manifestó a este Diario: “Nos sorprendió el nivel de movimiento de estos días, ya veníamos con una actividad interesante vía online, pero con la reapertura de las puertas parece que mucha gente estaba necesitada de salir del encierro y entre ese grupo los que tienen dinero disponible o un margen en la tarjeta decidieron comprar algo. Lo que más se vendió en estos días fueron productos grandes como heladeras, cocinas y lavarropas”.
Mientras que desde una casa de venta de celulares comentaron: “Empezamos a trabajar relativamente bien estos días, la gente no deja de buscar un nuevo celular y tal vez producto del aislamiento algunos valoran más la opción de renovar su equipo y comprar algo más moderno o útil. De igual manera, todavía no se compara a los niveles de venta que teníamos antes de la cuarentena, que de por sí ya eran números bajos por la crisis económica de los años anteriores”.
Finalmente, en un negocio de computación indicaron: “El movimiento de estos días fue aceptable, bastante similar al que se trabajó con las ventas online. Muchas familias aprovecharon la cuarentena para adquirir más computadoras, considerando principalmente que son varios los integrantes de una familia que necesitan conectarse o hacer uso de la tecnología para cumplir con sus obligaciones desde la casa”.