“Han manejado muy bien la primera ola de la pandemia; en general, han podido detener la transmisión, la han contenido y eso es muy bueno, sin embargo, el desafío ahora es que necesitan moverse para aliviar parte del bloqueo“, dijo Etienne, en una entrevista con la radio estatal de Dominica DBS.
La funcionaria, oriunda de esa isla caribeña y médica de profesión, afirmó que la manera en que los países regionales gestionen la situación en el futuro “será extremadamente importante” para afrontar una probable segunda ola del brote.
“La forma en que manejen el turismo, su alma, va a ser muy, muy importante, así como lleven a cabo la apertura de sus fronteras para los visitantes”, opinó la directora de la OPS, y recalcó que “lo que se requiere es que fortalezcamos nuestra capacidad de detectar casos de Covid-19”.
Si bien Etienne dijo que confía en la capacidad del Caribe para detectar los contagios, también consideró necesaria una capacidad similar para “aislarlos y hacer el seguimiento del contacto, además de poner a los infectados en cuarentena”.
“Esas son las medidas de salud pública que han de afrontar muchas de las islas en el Caribe; la vigilancia será extremadamente importante“, sentenció.
Los países del Caribe han iniciado lentamente los procesos para reabrir sus economías y sus fronteras a raíz de la pandemia.
Muchos países de la región, incluido Dominica, no han informado en los últimos días de ningún nuevo caso positivo del virus, mientras que Jamaica es la única nación con una tasa de infección superior a 500, reportó la agencia de noticias EFE.
En Cuba, la mayor isla del Caribe, se registró este sábado un leve repunte en la cifra de contagios diarios por Covid-19, con 22 casos confirmados en la última jornada, lo que elevó el total a 1.862 positivos.
Sin embargo, por tercer día consecutivo, no se anunciaron nuevos decesos por la enfermedad, por lo que el saldo de muertes se mantuvo en 79.
Según precisó el Ministerio de Salud cubano, el 81,8% de los nuevos positivos eran asintomáticos, una tendencia que preocupa a las autoridades sanitarias, ya que el 49,6% del acumulado de enfermos del nuevo coronavirus no presentaron síntomas.
Si bien Cuba no decretó el confinamiento obligatorio, las autoridades lanzaron una serie de medidas preventivas como la suspensión del transporte público, el cierre de fronteras salvo casos excepcionales y la clausura de escuelas y los mayores centros comerciales.
En tanto, en Costa Rica, donde el brote causó 853 infecciones y 10 muertes, se inició hoy la primera fase de una flexibilización de las restricciones que incluye la apertura de playas, hoteles, cines, parques nacionales con protocolos sanitarios específicos, y la realización de deportes recreativos sin contacto físico.
Desde este sábado y hasta el 31 de mayo, inclusive, las autoridades costarricenses aprobaron una reapertura paulatina de la economía frente a la pandemia y, mientras la población acate los lineamientos y no suban de manera exponencial los casos, se continuarán aplicando nuevas etapas.
Distinta es la situación en su vecino del Norte, Nicaragua, donde las autoridades no aplicaron ningún tipo de cuarentena ni medidas preventivas contra la Covid-19 y sólo reportaron 25 casos y ocho muertes en dos meses.
No obstante, en los últimos días se detectó un incremento de los denominados entierros exprés, en los que las funerarias trasladan a los fallecidos en ataúdes herméticos directo desde los hospitales al cementerio para ser enterrado en sigilo o con pocos familiares por hombres vestidos con trajes impermeables blancos.
Como prueba de ello, un joven retransmitió este sábado en vivo por la red social Facebook el entierro de su padre, piloto de la aerolínea nicaragüense La Costeña, quien, según su hijo, murió por Covid-19 en el Hospital Militar de Nicaragua.
La retransmisión fue vista por más de 54.000 personas en su cuenta, compartido por casi otros 3.000, y reproducido más de 21.000 veces en YouTube.
En Nicaragua, donde no hay funeral sin velorio, algunos incluso de varios días, estos entierros exprés son una anomalía que causa temor en plena pandemia, ya que las bajas cifras oficiales hacen sospechar a los nicaragüenses que el gobierno oculta información al respecto y el brote es peor de lo que se cree.
Según un informe publicado esta semana por el independiente Observatorio Ciudadano Covid-19, el país registró al menos 1.270 casos de coronavirus y 233 muertes.
Fuente: Agencia de Noticias Télam