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Cada dos años por estas fechas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) organiza una Semana Mundial para la seguridad vial. La última fue en mayo de 2019, por lo que la próxima –más allá de que este año habría sido imposible por la pandemia de COVID-19- estaba prevista recién para el próximo ejercicio.
La particularidad de este 2020 es que se suponía que debía dar el cierre al “Decenio de Acción para la Seguridad Vial”, una serie de acciones y reflexiones iniciada en 2011 con el objetivo de estabilizar y, posteriormente, reducir las cifras previstas de víctimas mortales en accidentes de tránsito en todo el mundo.
Sin embargo, en Argentina -uno de los países adheridos al proyecto- poco y nada ha cambiado en la década que ahora termina, según confirmó a PRIMERA EDICIÓN el coordinador del Consejo Provincial de Seguridad Vial, Luis Di Falco, quien lamentó que “no existe un plan integral de seguridad vial a nivel nacional, aplicable a todas las jurisdicciones, por lo tanto no vemos resultados posibles”.
Cuestionó que “hay casi 2.000 municipios en el país y en muchos tenés licencias diferentes, ni siquiera hay una licencia nacional de conducir única; no hay una política regional de acuerdo a las necesidades de cada zona, porque la problemática de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Salta o Santiago del Estero no es la misma que la de Buenos Aires. Allí mayormente las muertes se producen en accidentes con peatones, acá el 75-80% de las muertes en siniestros viales es con motos. Tampoco es la misma problemática que en el Sur, donde son todo camionetas o autos, casi no tienen motos y la población es mucho menor”, graficó.
Y completó: “Los controles son provinciales o municipales, no son nacionales como debería, porque la Agencia Nacional de Seguridad Vial no tiene personal suficiente en todas las jurisdicciones para hacerlos”.
Tampoco las perspectivas de que pueda avanzarse en un plan nacional de seguridad vial resultan realistas en el corto y mediano plazo: “La ANSV se tenía que juntar en marzo en Chubut, con las 24 jurisdicciones del país, para establecer conclusiones, pero se suspendió” por la pandemia. Creo que este año ya está perdido”, sentenció Di Falco.
A nivel provincial ocurre algo similar: el titular del Consejo Provincial de Seguridad Vial desde el pasado diciembre admitió que “en Misiones tampoco hubo una política de Estado, no tenemos un plan integral de seguridad vial” y para revertir esta situación ya da el 2020 “por perdido”, en el sentido de que “estábamos haciendo muchas cosas pero ahora está todo parado porque no se puede salir ni hacer nada, pero la idea es llegar a todos los municipios insistiendo en el tema de las capacitaciones (tanto a ellos como a las fuerzas de seguridad) para levantar un poco el nivel de los inspectores y cambiar un poco lo que se hace”.
En cualquier caso, destacó el hecho de que “sin hacer nada, por la pandemia y la reducción de circulación, tenemos 40 muertos en lo que va del año, y eso significa que hay más de 100 personas que no han muerto por accidentes. Pero cuando pase y todo se ‘normalice’ entre comillas, van a empezar de vuelta” a aumentar las cifras, advirtió.
Factores “letales”
Según Di Falco, los principales problemas en Misiones con respecto a la seguridad vial son el alcohol, el exceso de confianza y la falta de respeto por la ley.
“La gente cree que sabe manejar, pero en la calle te das cuenta de que no: todos circulan por cualquier lado, te pasan por donde sea, no se respeta la doble línea amarilla. La gran mayoría de los accidentes más graves en la provincia son choques de frente por pasar por la doble línea amarilla. Y eso es pensar que la ley no es para nosotros: superar los límites de velocidad, manejar los fines de semana después de tomar alcohol… Y ese es el segundo problema principal en Misiones: el alcohol está relacionado con el 50% o más de las muertes en accidentes de tránsito”, describió.
Por eso “necesitamos que se reduzca el consumo de alcohol al volante y se controle, no puede ser que en toda la provincia tengamos sólo dos municipios con ordenanzas de ‘alcohol cero’: Posadas y Puerto Rico. En las ciudades más o menos grandes o medianas necesitamos tener suficiente cantidad de alcoholímetros y controles diferentes para sacar de la calle a los borrachos y reducir los índices de muertes”.
En cuanto a la cantidad de personal disponible para fiscalizar el cumplimiento de las normas de tránsito, aclaró que “no es un problema de cantidad, sino de hacer controles diferentes: no sirven los estáticos, que vos pones a alguien en lugares fijos esperando a que llegue la gente para controlarla, a esos la gente los esquiva. Hay que hacer controles dinámicos: andar por la calle e ir parando autos al azar, ver quién dobla en u, quien dobla sin poner la luz de giro… Eso es lo que hay que cambiar para cambiar el corazón del problema, porque la gente es hija del rigor y lo que más le preocupa es el bolsillo. Es una cuestión cultural que tenemos que corregir”, alegó.
Se “salvó” un centenar de vidas
“Gracias” a la pandemia, ha sido más que significativa y notoria la reducción en la cantidad de muertes producto del tránsito, “básicamente porque hay mucha menos circulación”, aclaró Luis Di Falco, quien precisó que en Misiones “tenemos alrededor de 40 en lo que va del año, cuando el promedio normal es de 1,5 por día y hemos tenido años con casi dos por día”, cifra que este 2020 se redujo –hasta ahora- a dos por semana, aproximadamente.
A pesar de eso, y de la importancia de que a esta altura del año estadísticamente se haya “salvado” un centenar de vidas, el titular del Consejo Provincial de Seguridad Vial hizo hincapié en que “los primeros 20 días de la pandemia no tuvimos muertos en la provincia y a partir de ahí empezaron a aparecer y murieron varios desde entonces, en su mayoría motociclistas”, lo que significa que “lamentablemente, cuando pase la pandemia, las cifras van a volver a la ‘normalidad’”.
Al respecto, el último reporte de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que va hasta el 3 de mayo pasado, sitúa a Misiones como la segunda provincia con más muertes desde el 13 de abril en adelante, con 7 casos, sólo por detrás de Santa Fe (10). Pero en el análisis anterior, que iba hasta el 26 de abril, la tierra colorada fue la más luctuosa con seis víctimas fatales durante esa quincena.
Del 3 de mayo en adelante, otros tres motociclistas fallecieron en siniestros viales en la provincia, cifras que se verán reflejadas en el próximo informe de la ANSV y que elevan a diez la cantidad de muertos por el tránsito en Misiones durante la cuarentena.
San Vicente registró siete siniestros viales en 50 días
Desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el pasado 19 de marzo, hasta el pasado 9 de mayo no se produjeron víctimas fatales y se registraron ocho lesionados en siete siniestros viales en San Vicente, según un relevamiento que realizaron los Bomberos Voluntarios locales.
La menor actividad en las calles provocó una baja considerable en la materia con respecto al mismo período de años anteriores. Por ejemplo, en esas mismas fechas de 2019 se produjeron 23 incidentes viales, en 2018 fueron 40 y en 2017, 17.
Del 19 de marzo al 9 de mayo del año pasado se registraron dos fallecidos y 32 personas heridas en siniestros viales; en 2018 fueron tres muertos y 53 lesionados; y en 2017, un fallecido y 21 lesionados.
La fecha del 9 de mayo que marca el cierre del estudio de los bomberos voluntarios sanvicentinos tiene que ver con que a partir de entonces fueron liberadas muchas actividades y el flujo de tránsito en las calles aumento y se volvió casi normal.
De esta forma, la inactividad con motivo de la pandemia y su consiguiente restricción de movimientos trajo a colación que el flagelo de los incidentes de tránsito se nutre fundamentalmente de la imprudencia pero también de la gran cantidad de vehículos de todo tipo que circulan a diario por las calles y rutas de la Capital de la Madera.