
Exprimer ministro y oficial del ejército, Gil Vianna, había estado hospitalizado desde el martes pasado en el Hospital da Unimed, en Campos dos Goytacazes, su ciudad natal, en el norte del estado de Río de Janeiro. La información fue confirmada por la red Globo a través de su consejo.
El congresista del Partido Social Liberaltuvo un repentino empeoramiento en la salud y no resistió. Fuentes cercanas a él dijeron que, incluso el martes por la noche, uno de sus niños visitó el hospital y logró comunicarse de forma remota con su padre.
Poco después, alrededor de las 10 de la noche, el diputado necesitó ser intubado de urgencia y, según información preliminar, no pudo resistir el procedimiento, debido a un paro cardíaco.
El lunes, en una última actualización publicada por su asesor, Vianna había respondido bien al tratamiento y los médicos consideraron que su condición era estable.
Carrera
El congresista sirvió en el Ejército en 1984 y el 21 de abril de 1986 se unió a la Policía Militar donde realizó una carrera, terminando como segundo sargento.
En 2005 fue coordinador del equipo de voleibol femenino Flamengo en Campos dos Goytacazes.
Comenzó su carrera política en 2004, pero recién fue elegido en 2008.
En 2017, Gil Vianna asumió el cargo de diputado de estado, siendo reelegido en 2018 por el PSL, con 28.636 votos. La defensa de los derechos de las personas con discapacidad y los servidores públicos y militares fueron sus principales banderas.
Condolencias
Poco después de la confirmación de la muerte del diputado de estado, al final del martes por la noche, muchos colegas y políticos del plenario expresaron rápidamente su pesar.
“Mis sentimientos por la familia de mi amigo Gil Vianna. Buen tipo, trabajador y colega de mi partido cuando era diputado de estado en Río. Que Dios lo tenga y consuele a su familia”, publicó el senador Flávio Bolsonaro (republicano), hijo del presidente Jair. Bolsonaro
El diputado federal Wladimir Garotinho (PSD) también lamentó la muerte de Vianna en su red social: “Aún sin saber qué escribir, sin aliento y sin comprender. ¡Gil tenía solo 54 años, estaba bien de salud y feliz de vivir! Este virus maldito no elige a las personas, es muy contagioso y todos tienen una reacción diferente”, dice extracto de publicación realizada por el diputado federal.