
Luego de adecuar toda la práctica pedagógica para las clases virtuales de educación física, el docente Darío Alvarenga de El Soberbio se encontró con que ya no seguiría con la suplencia que tenía en dos escuelas del área rural de Misiones.
Al ser un docente tan querido en su comunidad, por la creatividad en su enseñanza, los padres de sus alumnos comenzaron a compartir en las redes sociales su video de despedida donde detallaba la situación que atravesó.
Actualmente sólo desempeña unas horas en una de las tres escuelas primarias donde enseñaba y para mantenerse realiza tareas de todo tipo, mientras trata de conseguir otras labores como docente.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN, Alvarenga explicó que el problema fue que desde el comienzo del ciclo lectivo “seguíamos con actividades y tareas para las casas como si estuviéramos nombrados con el cargo. En teoría, a principio de año se habló de la continuidad de las licencias y suplencias pero así como me pasó a mí, que me quedé sin las horas, otros docentes viven la misma situación. Tendría que haberse dado una comunicación formal para informarse que no continuaba pero los directivos sólo me dijeron al principio que estaban viendo la situación y luchando por mi pedido”.
Mientras continuaba su labor docente en las instituciones, “en un momento un compañero de trabajo me dice que estaba rondando la noticia de que ya no estaba a cargo del aula. Al preguntar a los directivos me dicen que ya no pertenezco a la institución, que no se pudo hacer nada por mi situación y que va a volver a tomar el cargo la persona titular porque no se extendió la licencia”, detalló.
Además, en su video de despedida (a mediados de mayo) precisó que “la titular está en todo su derecho de retomar sus actividades pero sucede que me avisan hace unos días”, sintetizó.
Darío Alvarenga se volvió muy reconocido por la pasión puesta en el armado de las actividades que enviaba a sus alumnos de primaria: “uno de los videos que armé llegó hasta el Ministerio de Educación y es compartido como uno de los ejemplos de la enseñanza virtual pero bueno después me salieron con esta situación”.
Entre las particularidades de ser docente en zonas rurales de Misiones, contó que “vivo en colonia La Flor, una de las más retiradas de la provincia, donde tenía que trasladarme 40 kilómetros para ir a trabajar a la escuela del pueblo. En esta zona no tenemos señal de celular y el Internet llega hasta algunas casas y hasta la escuela. Ahora, para enviar las actividades tengo que caminar un kilómetro más o menos para ir a conectarme a Internet. Intento estar comunicado porque no puedo hacer una clase online, así que lo que hago es editar los videos con la actividad para reenviar a los alumnos o a los padres”.
En cuanto a su continuidad laboral, Alvarenga detalló que “actualmente trabajo en la Escuela 455 de El Soberbio y quedé sin trabajo en la Escuela de Frontera 617 y la 740. Todas son escuelas primarias y en la que continúo trabajando sigo haciendo los videos y mandando a la directora, ella se encarga después de mandarlo a los alumnos”.
Luego de perder esas horas y quedarse en una sola escuela, “ahora estoy viviendo gracias a la ayuda de una vecina y también tengo varias cuentas acumuladas. En verano como todos los años uno queda a la buena de Dios, entonces me rebusco en otras cosas. También soy medio carpintero, electricista, pintor, así que trato de ir haciendo changas y con eso para poder subsistir”, aclaró.