
El sargento de Policía de la provincia, prácticamente apartado de la fuerza por una investigación por su supuesta participación en una red delictiva dedicada a “reducir” motocicletas robadas, continúa detenido y suma más causas en su contra. A las que se instruyen en los juzgados 1 y 3 ahora lo acusan de un robo a una familia, causa que se investiga en el Juzgado de Instrucción 6 a cargo de Ricardo Balor.
Se trata de una denuncia formulada por una mujer de 40 años quien el pasado 12 de marzo denunció un robo a punta de pistola tipo “comando” por parte de al menos cuatro hombres.
De acuerdo a la denunciante, los hombres irrumpieron en su vivienda en jurisdicción de la comisaría Vigésima de la capital y redujeron a la familia entera para sustraerles sus teléfonos celulares, otros objetos de valor en el inmueble y dinero en efectivo.
Se cree que el sargento detenido el miércoles pasado durante la mañana, quien es apuntado por ser parte de la red delictiva dedicada a reducir motos, podría estar implicado en el mencionado robo calificado ya que la víctima ratificó en estos días vía judicial la denuncia al reconocer a dos de los supuestos delincuentes, en este caso, el policía aprehendido junto a un familiar en la zona Sur.
La mujer detalló que los cuatro hombres ingresaron armados a su casa tras arribar en un automóvil Peugeot 308 blanco. “Mostraron credenciales de policías y estaban de civil. Una vez adentro, se apoderaron de todo lo que pudieron de valor”, consignó una fuente.
Siempre de acuerdo a la denuncia, los delincuentes dijeron que eran integrantes de la brigada de Investigaciones de la Policía y realizaban un operativo encubierto, aunque en realidad era una maniobra para delinquir.
Es por ello que, con la presente denuncia, el juez Balor notificó a los ya detenidos como sospechosos de “robo calificado con el uso de arma de fuego en despoblado y en banda”. Tanto el policía como su cómplice fueron identificados por las víctimas.
Una causa más que suma el suboficial, de 31 años, que está considerado prácticamente afuera de la fuerza.
Parte de la red
Luego de una investigación de tres meses, durante la mañana del miércoles 27 de mayo, el juez de Instrucción 1 Marcelo Cardozo dispuso la detención de un sargento de la Policía provincial y de un joven, aparentemente familiar.
Están sospechados de formar parte de una red que acumulaba motocicletas robadas y que eran “reducidas” o revendidas en sumas menores, pero luego los vehículos eran secuestrados con la participación supuesta del efectivo.
La maniobra delictiva consistía en que el policía con sus cómplices se apoderaban de las motocicletas y las ocultaban en un “aguantadero” en el barrio Belén.
Una vez que las vendían en el mercado negro o a través de redes sociales, el sargento, con los datos de los compradores, llegaba a los domicilios con un presunto oficio de que ese rodado tenía pedido de secuestro por robo y se llevaba las motos.
En sus supuestos procedimientos de secuestro de vehículos manifestaba a los compradores de buena fe que no iban a tener problemas con la Justicia porque iba a redactar partes en los que remarcaba que la motocicleta fue hallada abandonada en la vía pública.