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De los testigos clave que podrían esclarecer lo sucedido durante la mañana del martes en la vivienda de la calle Guaraní casi Caá Yarí en el barrio Horacio Quiroga de Garupá, momento y lugar en que fue asesinada a tiros la sargento de la Policía de Misiones, Romina Beatriz Rodríguez, embarazada y frente a su hijo de seis años, una joven de 19 años trascendió ayer sobre el tapete de los investigadores del caso.
Se trata de la pareja de uno de los tres detenidos bajo sospecha, el cuarto fue liberado ayer tras corroborarse su coartada de que no estaba siquiera en Garupá la noche anterior al homicidio.
Esta muchacha habría adelantado que los aprehendidos se dedican a delinquir, a cometer cualquier tipo de robo o atraco para conseguir dinero y consumir drogas.
Tanto como “cobradores de peaje”, “descuidistas” o protagonistas de robos bajo la modalidad “escruche”, serían los cometidos por estos jóvenes que se presume irrumpieron entre las 7 y 7.20 del martes en la vivienda de Rodríguez mientras dormía y su pareja, empleado municipal de Posadas, ya se había ido a su puesto de tareas.
El relato de esta testigo resalta que su pareja y amigos se reunieron a beber y drogarse, que lo hacían repetidamente y que no se dedicaban a ningún oficio o labor que los pudiera rescatar del desvío delictivo.
Turno de indagatorias
Los tres detenidos serán llevados hoy hasta el despacho del juez de Instrucción 2 de la Primera Circunscripción Judicial, Juan Manuel Monte.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, entre las 8 y las 12 serán llevados al juzgado de la calle Santa Fe (casi Rivadavia) de Posadas para responder sobre la imputación provisoria de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego y agravado por robo”.
Pueden guardar silencio, los ampara el derecho. Habitualmente por consejo defensivo los detenidos por delitos de tanta gravedad optan por abstenerse y aguardar otro momento del proceso, luego que sus abogados analicen los elementos sumados en su contra.
Según otras fuentes en contacto con este Diario, la posibilidad de un cuarto presunto participante del crimen sigue abierta. Los investigadores de la Dirección Homicidios y de la Unidad Regional X, tratan de ubicar a un muchacho más con antecedentes similares a los actuales detenidos y que durante la noche del lunes estuvo en el mismo encuentro.
Entre las sospechas
La primera hipótesis de la pesquisa apunta a que los tres jóvenes que siguen privados de su libertad, dos hermanos de 18 y 19 años y un muchacho de 22 estuvieron juntos la noche anterior al homicidio. Se mantiene la sospecha de que sabían que el objetivo era la vivienda de una suboficial de la Policía y fueron armados a intentar el atraco.
Romina Rodríguez se habría despertado y resistido al robo y un disparo calibre 22 le impactó en la cabeza, otros dos a la altura del abdomen. Esto ocurrió delante del menor de seis años quien luego corrió a pedir ayuda a la calle mientras los atacantes escapaban con la pistola nueve milímetros reglamentaria de la suboficial.