El plan contempla que todas las personas que visiten clubes nocturnos, bares, clubs de karaoke, discotecas, gimnasios en los que se realicen ejercicios en grupo y salas de conciertos con público de pie en interiores, están obligadas a utilizar algunas de las apps disponibles que permiten generar un código QR personalizado que se puede escanear en la entrada de esos locales.
El objetivo es tener perfectamente identificado a cada uno de los visitantes para que, en el caso de que se detecte un contagio, poder localizarlo de una forma rápida y segura.
La idea surgió luego de que el mes pasado se registrara en ese país asiático un inquietante brote de contagios en una zona de bares nocturnos de Seúl.
Para las autoridades, la solución para evitar ese tipo de situaciones es tener localizado a todo aquel que pasa por un lugar que después se convierte en foco de contagio.
El sistema, aclara La Vanguardia, no pasaría la legislación de privacidad europea.
La información de la persona se registrará en una base de datos del Servicio de Información de la Seguridad Social durante cuatro semanas, antes de ser eliminada de forma automática, según señala el Ministerio de Salud y Bienestar de Corea del Sur.
El problema es que, aunque se borre de los servidores informáticos el registro del último mes, el sistema sigue acumulando cada día el historial de paso de la persona –en realidad su número de teléfono– por los diferentes locales, por ejemplo bares y clubs nocturnos.
Es decir, que siempre se pueden saber los movimientos de alguien durante los últimos 30 días por lugares de ocio de una forma escandalosamente precisa.
Además, el citado proyecto contempla que los gobiernos locales también pueden designar otras instalaciones como de alto riesgo para los contagios del coronavirus.
En esa categoría entrarían espacios como las bibliotecas, los hospitales, los restaurantes o las iglesias.
Uno de los distritos de Seúl, Seongdong-gu, estableció el sistema de rastreo mediante códigos QR en 172 instalaciones.
Las pruebas se prolongarán durante seis meses antes de decidir si es conveniente aplicarla de una forma más generalizada.
Si bien el sistema de Corea del Sur no llega al extremo del de Singapur, con geolocalización y mapas de posibles contagiados, el proyecto levantó controversia entre los defensores de los datos personales y los que creen que la salud pública justifica que el gobierno tenga información que en principio sería inviolable.
Fuente: Agencia de Noticias Télam