
Transcurrieron 16 años desde la noche en la que golpearon y enterraron viva en su casa de la calle México y avenida Italia a María Elena “Marilyn” Bárbaro (54). La investigación tuvo varios detenidos y a medida que avanzó fueron cuatro los principales implicados.
En una trama de nulidades, excarcelaciones, apelaciones ante el Superior Tribunal de Justicia y el paso del tiempo, en 2016, los vericuetos legales permitieron que tres de ellos fueran liberados definitivamente de toda sospecha y acusación.
Sólo quedó uno, Rubén Oscar Schnimg (37), quien había confesado lo que ocurrió aquel 17 de abril de 2004. Cuando estaba a punto que el caso llegue a debate, en diciembre del año pasado, prefirió firmar una sentencia por suspensión de juicio abreviado y no exponerse a la mirada pública por uno de los crímenes de mayor conmoción en la historia misionera.
Se barajó durante los últimos días de 2019 que el monto de pena se iba poder conocer sin mayores inconvenientes ya que el acuerdo estaba firmado por el encartado. Pero la causa volvió extender su manto de misterio y silencio.
Seis meses después, PRIMERA EDICIÓN pudo conocer que el acuerdo al que arribó Rubén Schnimg comprende trece años de cárcel por el asesinato de “Marilyn” Bárbaro.
La calificación por la que estaba acusado era la de “homicidio calificado por ensañamiento por alevosía y robo, en concurso real”. Al haber ocurrido el hecho antes de la promulgación de la “Ley Blumberg” que agravó las penas para este tipo de delitos, solamente le podía caber hasta 25 años de cárcel (y no hasta 35 como es actualmente). Pero por los hechos que se le imputaban podía llegar a aplicársela la máxima prevista en aquellos años.
El debate tenía fecha para el 28 de noviembre de 2019, pero por una licencia médica que solicitó el fiscal subrogante Estanislao Elías Bys, la audiencia volvió a posponerse.
Después de tantos años de demora todo hacía prever que había que continuar la espera para que se ventilara en juicio oral y público y se conociera de boca de uno de los implicados qué hicieron esa noche con “Marilyn” Bárbaro. Sin embargo, a escasos días de que comenzara la feria judicial se supo que el acusado llegó a un acuerdo para acogerse a la abreviación del juicio.
Su abogado defensor, el doctor Ricardo Jaime Delacourt y el fiscal presentaron el escrito ante el Tribunal subrogante. Los integrantes originales del Tribunal Penal 1 de Oberá fueron recusados y se inhibieron por diversos motivos durante el proceso. Es por ello que debió conformarse un cuerpo con jueces del fuero civil y comercial. Finalmente en 2018, Jorge Erasmo Villalba, Ivonne Heppner y Mónica Drganc Fernández fueron los designados al frente del cuerpo judicial. Tras el análisis del pedido de abreviación del debate, estos magistrados estuvieron de acuerdo con la presentación de las partes y homologaron la condena.
Cabe recordar que Rubén Schnimg estaba en libertad bajo caución juratoria desde enero de 2011, luego de haber permanecido siete años con prisión preventiva. En este sentido, a los 13 años de condena se le deberían computar los que estuvo detenido.
Este Diario pudo saber que actualmente se encuentra detenido en la Unidad Penal de Oberá y estaría en condiciones de solicitar las salidas transitorias o hasta la prisión domiciliaria inclusive. Probablemente la merma en la actividad judicial por la pandemia pudo haber incidido que no pudiera completar aún este trámite.
La lucha de “Ticha”
Se hicieron muchas marchas en pedido de Justicia por “Marilyn”. Juana “Ticha” Bárbaro, su hermana, fue la que siempre luchó para que los responsables vayan a juicio, pero no pudo lograrlo en vida.
Falleció el 7 de julio de 2017 en Buenos Aires. Meses antes fue tajante en una entrevista concedida a PRIMERA EDICIÓN: “No es un consuelo para nosotros que uno solo vaya a juicio, pero nos costó muchísimo llegar hasta aquí, por las trabas que debimos enfrentar. No me siento frustrada, las trabas no fueron sólo del Poder Judicial sino, fundamentalmente, del poder político”.
Sobreseídos para siempre
En 2006 se produjo un punto de inflexión en el caso. Una pericia de Gendarmería Nacional encontró un cabello de “Marilyn” en el coche de uno de los acusados, que motivó nuevamente la aprehensión de los que estaban libres.
Sin embargo, la defensa pidió la nulidad basándose en que el precinto de clausura del vehículo había sido violado. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) terminó dándole la razón en 2008.
El Tribunal de Oberá dejó en libertad a los acusados y dictó una prórroga extraordinaria de un año. Cumplido ese plazo, los defensores fueron por el sobreseimiento. La fiscalía apeló en forma extemporánea, y en 2016 el STJ respaldó todo lo actuado por el Tribunal de Alzada.
Matías Ortiz (hijo de una exdiputada provincial); Daniel Aníbal Núñez y Jorge Gabriel Piotroski fueron exonerados para siempre. Los tres fueron procesados por los mismos delitos por los que fue condenado Rubén Oscar Schnimg.