
A nadie, en cualquier lugar del mundo, escapa la intensa y exigida labor que están realizando los trabajadores de la salud, tanto del sistema público como del privado.
En todo el mundo, apenas comenzó la pandemia de COVID-19, se los reconocía anónimamente mediante los aplausos diarios. Una forma de hacerles sentir el agradecimiento por cuidarnos de un virus del que todavía conocemos poco.
A los gobiernos se les ocurrió recompensarlos con aportes económicos extra a sus magros salarios. Cualquier aporte financiero les vendrá muy bien, especialmente a quienes son parte del sistema sanitario estatal. En Argentina, así como ocurrió con el Ingreso Familiar de Emergencia de la ANSeS, también se demoró tres meses el pago de ese bono de “agradecimiento”.
De última la demora no sería tanto problema si, al momento de hacerlo efectivo, no hubieran dejado afuera a miles de trabajadores de la salud de Misiones. Entre ellos, a quienes custodian el ingreso a la provincia en el límite con Corrientes, los que atienden a los trabajadores camioneros no sólo de Argentina sino del MERCOSUR que cruzan por la tierra colorada para cumplir con su labor.
Este lamentable hecho, que convierte el agradecimiento en una repudiable decisión, ya se veía hace varias semanas. Tan visible era que gremios como ATE y otros que representan a los trabajadores de la salud fueron a pedirle al viceministro nacional la amplitud del aporte, para no dejar a nadie afuera.
Evidentemente con quien hablaron no tuvo el peso político suficiente para evitar una amargura a más de tres mil misioneros que se sintieron discriminados.
Nuevamente la política pone la nota negativa, donde el discurso grandilocuente pierde sustento en los hechos.
A pesar del “baldazo de agua fría” que resultó la exclusión, esos trabajadores que ponen su alma en la tarea, en medio de una pandemia ayudando a salvar vidas o previniendo contagios masivos, esperan una rectificación.