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Desde 2019, la tatuadora profesional Daniela “Azida” Vastik reconstruye mediante sus tatuajes las areolas mamarias de mujeres que sufrieron metástasis y también borra con tintas artísticas las cicatrices generadas por violencia de género.
“Es un trabajo que lo hago para quien lo necesite, de manera gratuita. Hay chicas que quieren colaborar, pero si no tenés el dinero para invertir en el tatuaje, no vas a quedar afuera, por eso es un servicio que presto gratis para ese tipo de mujeres”, explicó la profesional.
La joven, quien además es artista urbana y muralista, contó que se unió a la propuesta mundial al enterarse de que las mujeres que atraviesan por una mastectomía pierden esa parte de la mama, pero se puede recrear gracias a un tatuaje.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, detalló que hace poco “tatué una cicatriz que sufrió una chica por violencia de género. Para mí el tatuaje, además de ser algo decorativo o artístico, es empoderador y transformador. Nos ayuda a conocernos, a expresarnos y sobre todo a sentirnos mejor con nosotras mismas. Por eso, y porque quiero hacer llegar este arte a la que lo necesite, me pongo a disposición”.
“Me parece importante ayudar con mi trabajo a hacer sentir bien a las personas. El tatuaje es un ritual transformador que nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, en varios aspectos, es una herramienta poderosa”, definió.
El mundo de los tatuajes
Para Azida, la mejor manera de expresarse es por medio de las ilustraciones, porque cada vez que lo hace encuentra su mundo, “donde me siento cómoda e inspirada”.
Al comienzo el soporte de sus ideas fue el papel, pero con los años se animó a pintar cuadros, murales e incluso remeras y zapatillas.
Un día decidió grabar algunos de sus dibujos en su cuerpo. La tinta en su piel le llamó la atención y “pensé en dedicarme al arte de los tatuajes”.
En 2010, partió rumbo a Bombinhas (Brasil), donde dos reconocidos hermanos tatuadores vieron sus dibujos y le ofrecieron empleo en su estudio. “Me abrieron las puertas sabiendo que era principiante”.
Observando cómo trabajaban los profesionales, practicó las técnicas y el estilo brasileros, hasta que se convirtió en una de ellos, sólo que con el sexto sentido femenino y la sangre argentina corriendo por sus venas. “Me sirvió mucho, trabajé sin descanso y aprendí técnicas. Fue un máster acelerado, aprendí además a manejar un estudio, a tratar con la gente”.
Al final de la temporada, Daniela regresó a Misiones y desde ese momento trabaja como tatuadora en un estudio de la capital provincial. Sus creaciones están inspiradas en la belleza y el espíritu femenino, en la naturaleza, en la magia y en lo místico.
La mayoría de sus clientes son mujeres de entre 30 y 40 años que la buscan para hacerse su primer tatuaje y “después vienen por más, creo que me eligen porque se sienten más cómodas al ser atendidas por otra mujer”.
Contactos
Quienes quieran comunicarse con la profesional pueden hacerlo a su Instagram @tue.magic.tatto o al Whatsapp 376-4929773.