Este jueves, una mujer de 73 años fue asaltada en su domicilio y despensa de Villa Cabello por al menos tres hombres que la golpearon y dejaron tirada en el fondo de la propiedad sin poder levantarse hasta que fue auxiliada por vecinos que percibieron que algo se estaba quemando en la propiedad.
El dramático episodio se registró pasadas las 16, en el inmueble de la avenida López y Planes al 7000 de la chacra 139 (a 200 metros de la avenida Eva Perón) y la mujer fue asistida por efectivos del Comando Oeste y agentes de la comisaría Séptima.
El tridente delictivo irrumpió cuando Delia menos lo esperaba, miraba la tele e intentaba informarse.
Con el rostro cubierto por barbijos, los atacantes desconectaron las cámaras de seguridad en pocos segundos y redujeron a la mujer con amenazas de muerte y la arrastraron hasta el patio de la propiedad donde la molieron a golpes.
Puñetazos en el rostro, en los ojos principalmente y las amenazas de morir en la golpiza no le dieron alternativa a la comerciante con 40 años de residencia en la zona quien señaló el lugar donde guardaba su dinero.
Antes que señalara el sitio, uno de los delincuentes había revuelto roperos, escaparates y cualquier punto de la despensa y vivienda de Delia.
No se pudo precisar cuánto dinero robaron, la víctima sólo señaló que del lugar donde guardaba sus ahorros no quedó nada.
Entre los primeros pasos que dio la Policía para tratar de esclarecer lo sucedido y atrapar a los sospechosos, fueron efectivos de la Dirección de Policía Científica quienes lograron rescatar tres huellas o registros dactilares para cotejar con los presuntos autores del asalto.
La víctima fue derivada a un centro de salud para que le realicen los respectivos estudios, principalmente, para determinar la gravedad de los traumatismos que sufrió en la cara y en el pecho.
De acuerdo a allegados de Delia consultados por PRIMERA EDICIÓN, hace un mes aproximadamente se había caído y roto un pie por lo que su movilidad se reducía a la ayuda de un bastón, pero no mantenía relación conflictiva con nadie y es querida en el barrio por su buen carácter.
La mujer vive sola en ese lugar, habría enviudado y atendía el comercio en la misma condición.
Otras fuentes señalaron que intentos de robo en la despensa había sufrido en reiteradas oportunidades, pero no con tanta violencia.