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Gabriel Cristóbal Leal está a pocos meses de cumplir siete años detenido por la muerte a puñaladas de Pablo Antonio Fraire, que sacudió a la provincia el 25 de noviembre de 2002 por la ferocidad con que el joven de 28 años fue masacrado a estocadas en un presunto intento de robo en el barrio Alta Gracia de Posadas.
Conocido como “Gaby”, acarrea 79 meses privado de su libertad, tiempo que se dilató en la maraña de recursos y planteos judiciales que podrían tener final a partir del próximo martes 29 de septiembre que el Tribunal Penal 2 de la Primera Circunscripción Judicial fijó como fecha de inicio de las audiencias de juicio oral y público, las que tendrían para el viernes 9 de octubre su jornada de alegatos y sentencia.
De no mediar algún contratiempo o incidente imponderable, el TP-2 será presidido por Gregorio Augusto Busse y las vocalías serán subrogadas por Miguel Ángel Faría (juez de Instrucción 4 de Apóstoles) y Juan Manuel Monte (Instrucción 2 de Posadas).
El Ministerio Fiscal estará encabezado por Martín Alejandro Rau, titular del Tribunal Penal 1 y quien subrogará la acusación por “homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, alevosía y criminis causa”, delito previsto en el artículo 80 del CPP, incisos 2, 6 y 7 y que prevé prisión perpetua como condena.
La misma sentencia que recibieron Oscar “Poli” Castel y Gustavo “Porteño” Aranda Alvarenga en 2009 acusados por la muerte de Fraire.
Crimen y conmoción
Vale recordar que la víctima fatal fue encontrada durante la tarde noche del 25 de noviembre de 2002 en el último tramo de la calle Francia, a escasos metros de la avenida Tomás Guido.
Uno de los detalles que resultó clave para que “Gaby” Leal llegue a esta instancia de la causa, fue que el registro de ADN hallado en el cuerpo de Pablo Fraire coincidió con el de Leal. Su sangre habría quedado impregnada en la remera del joven trabajador de 28 años, sin antecedentes penales.
Fraire fue blanco de 37 puñaladas; no todas mortales pero, sin dudas, determinantes de la ferocidad del ataque. Lo que también señala el expediente es que el homicidio ocurrió en medio de un intento de robo.
Fraire se encontró con sus asesinos, supuestamente, para comprar un televisor y otros elementos de dudosa procedencia, entre ellos una computadora portátil. Los victimarios habrían intentado quitarle el dinero que presuntamente Fraire iba a llevar consigo. Pero su defensa, la resistencia que opuso derivó en golpes y las estocadas mencionadas.