
El 10 de noviembre de 2014 una familia yerbatera de Campo Ramón fue sorprendida por un grupo de delincuentes que los golpeó para robarles. Después de varias semanas de investigación, la Policía pudo detener a los involucrados.
El caso fue elevado a juicio y en prisión aguardaban el día del debate. Sin embargo, en las últimas semanas pudo saberse que pidieron abreviar el juicio. Fue así que dos de esa banda recibieron condena por el asalto.
Alrededor de las 20,45 de aquella noche de noviembre, en el Lote 41 de la sección X de la citada localidad, cuatro encapuchados ingresaron a la vivienda de la familia armados y predispuestos a violentar a sus víctimas desde el comienzo del atraco. Adentro estaba un matrimonio de 58 años en compañía de su hijo de 34.
Primero los redujeron a golpes, les rompieron objetos de vidrio en la cabeza para que “cantaran” y después los amenazaron a punta de pistola para que les dijeran dónde tenían la plata.
Cumplido el objetivo de amedrentarlos los maniataron. Las víctimas no pudieron verles las caras porque llevaban pasamontañas, pero uno de ellos, particularmente vestía un piloto para lluvia con capucha. Los encerraron en el baño y revolvieron toda la casa. Se apoderaron de joyas, cheques, seis mil pesos en efectivo y se dieron a la fuga.
Los más golpeados fueron padre e hijo y justamente este último fue el que pudo librarse de las ataduras, ayudar a sus padres y avisar a la Policía. Fueron trasladados al Hospital para que recibieran atención.
En aquella época habían ocurrido golpes similares en la Zona Centro de la provincia por lo cual, la Policía seguía la pista de que eran los mismos que realizaron el golpe en Campo Ramón. Finalmente alcanzaron a ser detenidos tres de los sospechosos de ese hecho.
Con las pruebas recabadas fueron identificados como los responsables y el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá cerró la investigación y la elevó a la instancia superior.
Como se mencionó anteriormente, los acusados, identificados como Carlos Rubén Rodríguez y Juan Carlos Álvez, aceptaron la propuesta ofrecida por la fiscalía a su defensa para abreviar el juicio. Esto les daría la ventaja de estar menos años en la cárcel, por lo cual reconocieron haber sido los responsables del hecho delictivo que se les imputaba que fue la de “robo en poblado y en banda calificado por el uso de arma de fuego”.
La propuesta fue analizada por el Tribunal Penal 1 de Oberá, cuyos integrantes homologaron el acuerdo entre las partes. Rodríguez fue condenado a 4 años de prisión, en tanto que Alvez, quien ya estaba detenido y en cumplimiento de otra condena por un delito similar, le fue unificada la pena a 7 años y seis meses.
Hubo un tercero que también figuraba como acusado en esta causa pero obtuvo la suspensión del juicio a prueba, también conocida como “probation”.