Efectivos de la comisaría Quinta de la Unidad Regional X e investigadores de la Dirección Homicidios de la Policía provincial, bajo las órdenes del juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, secuestraron ayer el arma reglamentaria de la suboficial Romina Beatriz Rodríguez, asesinada en su vivienda del barrio Horacio Quiroga de Garupá el martes 2 de junio.
La pistola nueve milímetros Hi-Power que fue robada en el ataque a la sargento, fue descubierta en poder de un carpintero y changarín del barrio Ñu Porá en su vivienda de la calle Los Teales, próxima a la colectora de la autovía de Acceso Sur a Posadas.
Fueron tres los procedimientos y dos adolescentes fueron demorados.
Del seguimiento a estos menores surgió el dato de que la nueve milímetros cargada con cinco proyectiles fue a parar a manos del trabajador, quien remarcó a los uniformados que la había adquirido de “buena fe”, sin la menor sospecha de que había sido robada hace poco más de un mes en la vivienda de Romina Rodríguez cuando la mataron de cuatro disparos, dos en la cabeza y los restantes en el abdomen y una mano.
Los tres demorados recuperaron al caer la tarde la libertad. En el caso de los menores, bajo la tutela de sus progenitores y el mayor bajo responsabilidad de responder de inmediato a la citación para notificarse de la investigación por el delito de “tenencia ilegal de armas”.
La instrucción del juez Monte hasta el momento, apunta la presunta participación y responsabilidad de seis jóvenes detenidos.
Cuatro de ellos fueron aprehendidos durante el mismo martes 2 de junio en distintos sectores de Garupá pero no muy distantes del hogar donde fue asesinada la suboficial embarazada de siete meses y frente a su hijo de 8 años.
Los dos sospechosos restantes surgieron de las averiguaciones de la Dirección Homicidios que permitieron encontrar una pistola nueve milímetros, marca Browning, que luego la Dirección Policía Científica confirmó que se trataba del arma con la que le dispararon a la cabeza a la sargento que por entonces estaba asignada a labores en la Dirección Generar Judiciales de la Jefatura de Policía.
Esta pistola fue encontrada en una vivienda de la avenida Roth, también en Ñu Porá y a pocos metros de la casa del carpintero donde se halló la Hi Power reglamentaria de la Romina Rodríguez.
Una de las hipótesis del homicidio de la suboficial es que uno de los cuatro detenidos el mismo día de cometido el crimen, alquiló “el fierro” y sumó a sus cómplices porque querían “progresar en el ambiente delictivo” con un golpe fuerte.
La imputación en la carátula del expediente que instruye el juez Monte es “homicidio calificado por el uso de arma de fuego y agravado por robo, premeditado en poblado y en banda”. Con penas previstas de prisión perpetua.