
Los vecinos de Colonia Isolina, ocupantes de terrenos privados sobre los que pende una amenaza de desalojo, comparecieron ayer en la audiencia de conciliación entre las partes convocada por la Justicia, instancia a la que la empresa propietaria de los terrenos, y demandante en la causa, decidió no asistir.
Se trata 32 familias que esperan mantenerse en la tierra en la que residen desde hace años y que pertenecía a una empresa que luego entró en quiebra. Los terrenos fueron adquiridos en remate judicial por otra firma, la cual hace tres años -en nombre de José César Foti- pidió a la Justicia el desalojo de los ocupantes.
La audiencia se realizó en el Centro Cívico de San Ignacio, donde se acondicionó todo para hacerlo de forma virtual y respetando las distancia social y los protocolos de seguridad, en medio de la pandemia de COVID-19.
Según se supo, al no presentarse los representantes de la empresa, la Justicia decidió ir directamente a la etapa probatoria. “Nos dijeron que se llamará a los testigos, maestros, colonos, proveedores… Así seguirá la etapa judicial”, anticipó a PRIMERA EDICIÓN el intendente de San Ignacio, Javier Peralta.
“Colonia Isolina, o Lote 12 como lo conocemos nosotros, está casi en el límite con Alberdi, a 25 kilómetros del centro de San Ignacio. Es todo camino de tierra, así que la Municipalidad dispuso de un colectivo para traer a las familias a la audiencia. Todos vinieron bajo lluvia y con el barro a las 7 de la mañana y les dimos el desayuno, intentamos ayudar como podemos”, contó el jefe comunal.
Proyecto de expropiación
Además, Peralta explicó que desde que comenzó el conflicto y los colonos recurrieron al Municipio a pedir ayuda, se siguen dos caminos: “El judicial, donde se intenta recurrir al diálogo; y el gubernamental, con un proyecto de expropiación que se presentó en la Cámara de Diputados. También intentamos este otro camino, para que el Gobierno provincial nos ayude con este problema. Se pide la expropiación de la tierra para que las familias puedan comprarla. Esperamos a ver cuál de los caminos sale primero, porque esto comenzó hace dos años, cuando apareció la empresa y comenzaron a llegar las cartas de desalojo”.
Así comenzó el peregrinar de los habitantes de las aproximadamente 340 hectáreas de ese Lote 12 o Paraje Isolina, donde cuentan con escuelas, parroquias, todo lo necesario para un pequeño poblado alejado del centro del municipio.
También explicó que “es la última colonia del municipio. Estas familias hace unos 20 años que viven ahí. Es todo un esfuerzo para las familias salir de la colonia, es un desgaste. Esta era la oportunidad de tratar de solucionar esto, pero (los demandantes) no se presentaron, no están dispuestos a negociar. Hoy (por ayer) se podía llegar a un acuerdo, pero quedó claro que la empresa no quiere”.
Según Peralta, la mayoría de estas familias “tienen una producción diversa, desde té, yerba, mandioca, algo de ganado… Es muy triste ver por lo que están pasando, acá nos conocemos todos y sabemos del trabajo de estos vecinos”, los defendió.
Esperanzados
Abelino Ferreyra es uno de los habitantes de Colonia Isolina, donde lleva casi 20 años residiendo, y uno de los voceros de las 32 familias que afrontan el litigio. El hombre aseguró a PRIMERA EDICIÓN que “acá hay vecinos que llevan 30 y hasta 50 años viviendo, muchos de ellos trabajaban para la empresa (propietaria) y cuando quebró, se quedaron aquí. Otros vinimos después”.
Ferreyra contó también que “tenemos un permiso de ocupación del municipio desde 1985 ó 1986, en 1988 las tierras fueron a remate y esta nueva empresa las compró. Cuando este señor adquiere la tierra ya figuraba que las familias estaban asentadas aquí, porque fueron trabajadores de la empresa que quebró”, remarcó.
“Nosotros tenemos la esperanza de que prospere el tema de la expropiación por parte de la Provincia, para que el Lote 12 quede en manos de los poseedores de la tierra”, planteó, mientras que por la vía judicial, tras el fracaso de la audiencia de conciliación, les dijeron que “ahora el demandante tiene 40 días para presentar pruebas”.