De acuerdo a un informe presentado por Adrián Bifaretti, jefe de Departamento de Promoción Interna IPCVA, y Eugenia Brusca, asistente del mismo Departamento, por efectos de la cuarentena “de repente la gente se encontró con mucho tiempo en casa y tuvo que empezar a tomar decisiones sobre cómo ocupar ese tiempo”.
Además, destacaron que por esto “se abre un universo enorme de retos y desafíos para los productores de alimentos y lógicamente el sector cárnico debe prestar mucha atención a las oportunidades”.
Así, según el informe elaborado, para los argentinos “en líneas generales el dedicar tiempo a la familia, el trabajar en casa y navegar por internet y las redes sociales son las tres principales actividades”. Mientras que en cuarto lugar se resalta la importancia del tiempo asignado a cocinar.
“Si bien las mujeres dedican más tiempo a cocinar, los hombres no se quedan atrás. Y de hecho, dedican más tiempo a cocinar que a descansar, escuchar música, leer y hacer ejercicio”, señalaron desde el IPCVA y añadieron que cocinar “es una actividad que es bastante transversal a todos los niveles socioeconómicos y que cobra relevancia particularmente en el segmento millennials si el análisis se efectúa por edades”.
“En este marco, la carne vacuna aparece entre los alimentos con mayor potencialidad de ser recomendado por los argentinos en esta cuarentena, quienes destacan, entre sus atributos el hecho que les gusta a todos, el ser un alimento nutritivo y saludable, y su sabor. Con respecto al atributo de aceptación general, compite fuerte con las pastas, la pizza y los fiambres. Con relación a su cualidad de saludable y nutritiva, los alimentos que asoman como competidores son las frutas y verduras, las legumbres y el pescado. En cuanto al sabor, disputa espacios con las pastas, la pizza, el cerdo y las patitas de pollo”, afirmaron.
Complicaciones económicas
Por otro lado, desde el IPCVA remarcaron las dificultades económicas para la alimentación en los hogares, por efectos de la crisis de la pandemia del COVID-19.
“Es sin duda una época de bolsillos complicados ya que el COVID-19 ha acentuado los problemas económicos que veníamos arrastrando. Casi 7 de cada 10 de los compradores de carne han visto reducir su nivel de ingresos durante la cuarentena. De las personas que atraviesan esta situación, 84% se definen como compradores racionales y 16% se identifican como compradores más impulsivos, es decir que no reflexionan tanto su compra de carne”, indicaron.
Al mismo tiempo, comentaron que “la explicación de este comportamiento se acentúa en función del nivel de gasto en productos cárnicos, ya que dentro del segmento de los compradores racionales, un 43% gastan más de 1.000 pesos por semana y un 58% gasta menos de 1.000 pesos por semana”.
“Si queremos saber dónde compran estos compradores racionales, un 66% lo hace habitualmente en carnicerías y un 34% en súper e hipermercados. Desagregando aún más el análisis de la caída en el nivel de ingreso, los compradores de súper e hipermercados son quienes más se han visto perjudicados si se los compara con los compradores de carnicerías. Así, mientras que entre los compradores de súper e hipermercados, un 74% han visto caer sus ingresos; entre los que compran en carnicerías, un 66% han sufrido reducciones de ingresos durante la cuarentena”, profundizaron.
“Otra muestra más de la búsqueda permanente para lograr una mayor eficiencia en la relación precio calidad, pasa por la búsqueda de ofertas. Hoy 8 de cada 10 personas están buscando ofertas en productos cárnicos y esto sucede transversalmente en todos los puntos de venta. La gente plantea precisamente que uno de los mayores problemas de la carne vacuna durante la cuarentena es su precio. Por el contrario no manifiesta problemas de calidad, ni de variedad de productos cárnicos”, ampliaron.
Cabe remarcar que la problemática es similar a la que los consumidores plantean para productos de almacén, frutas y verduras. Sin embargo en estos casos, se visualizan inclusive menos ofertas que en el caso de la carne vacuna.
A su vez, la compra en carnicería pareciera estar siendo más problemática que en supermercados y, en este sentido, los problemas de precios son más nombrados por los compradores de carnicerías que clientes de supermercados, de acuerdo a lo planteado por el informe.
Cambios en la conducta
La mayoría del público está adoptando una conducta diferente y de hecho sólo un 18% de las respuestas manifiestan que no ha habido cambios en el comportamiento alimentario.Estos cambios son más marcados en las mujeres que en los hombres.
En términos de edades, los que más reciclan son los segmentos de edad intermedia. Los que toman mejores decisiones de compra y consumo son aquellos con más de 50 años. Y los que más están ahorrando dinero son los centennials.
Desde el punto de vista económico, el reciclaje de la comida cruza todos los niveles socioeconómicos, con más importancia en las clases media baja y baja.