
En cada localidad misionera sobre la costa del río Paraná aguas arriba es aprovechada para el contrabando de cigarrillos de fabricación paraguaya. Entre los principales están Puerto Rico, Eldorado, San Ignacio, Corpus, Eldorado y Puerto Piray.
El flujo de tráfico es casi imposible de determinar. Para estimar cifras, Prefectura Naval Argentina en junio decomisó 90 mil paquetes o atados de cigarrillos en procedimientos de hallazgo de cajas arrojadas por las motos sky en malezas de la costa misionera pero también en allanamientos a pequeños centros de acopio. Aforos estimados en quince millones de pesos que estarían muy lejos de tomarse como parámetro para sopesar la magnitud de la actividad delictiva.
Las demás fuerzas de seguridad, federales y provinciales, trabajan para frenar o ponerle más límites a la actividad, pero los cruces no cesan porque el precio para los fumadores argentinos es ampliamente más favorable a pesar del aumento del costo que significó el cierre fronterizo por la crisis sanitaria.
Entre las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se destacó que el negocio por tratarse de un delito o infracción aduanera menor no tardó en privilegiarse sobre cualquier otra actividad ilegal de frontera. Incluso superaría al narcotráfico, ya que la cadena no se frena en el consumo argentino, las ciudades de frontera brasileñas también sumaron los cigarrillos paraguayos como preferencia y conveniencia.
Para cruzar el río desde Puerto Triunfo a Puerto Rico, o de Mayor Otaño a Eldorado se necesita el doble de menor tiempo que el que se requiere para de Itacuá a Posadas y las motos de agua también se utilizan en estos puntos. A esto se le suma que la ruta nacional 12 que atraviesa todas las localidades sobre el río Paraná funciona como el segundo eslabón para que las cajas de “Eight” no encarezcan los costos para los fumadores.