Varios de los países que creían haber dejado atrás lo peor de la pandemia de coronavirus extendieron ayer la obligatoriedad del uso de tapabocas y anunciaron que analizan otras medidas restrictivas ante los recientes rebrotes de la enfermedad, e incluso en el Reino Unido se advirtió sobre el impacto de una eventual segunda ola.
Al mismo tiempo, también hubo nuevas medidas preventivas en países -casi todos, americanos- que todavía no alcanzaron el pico de la curva de contagios, aunque en ellos seguía evidente la tensión entre los recaudos sanitarios y la necesidad de reanudar actividades ante el deterioro económico causado por las cuarentenas.
En Italia -uno de los países más afectados en los primeros meses de la pandemia-, el gobierno advirtió que el coronavirus “aún no fue derrotado” y extendió hasta el 31 de este mes la obligación de usar barbijos en lugares cerrados, mientras se aprestaba a prorrogar por tres o cinco meses el estado de emergencia.
En España, la región sureña Andalucía ordenó ayer el uso obligatorio de tapabocas en espacios públicos y lugares cerrados, tal como ya lo habían hecho en los últimos días Cataluña, Extremadura y las islas Baleares, y como analizaban disponerlo Aragón, Asturias, Cantabria y Murcia.
En el Reino Unido, donde se resolvió que deberá usarse barbijo en todos los comercios a partir del 24 de este mes, la Academia de Ciencias Médicas advirtió que el país debe prepararse para una segunda ola de COVID-19 que podría causar la muerte de hasta 120.000 personas el próximo invierno.
En Alemania, donde crecía la alarma tras detectarse rebrotes en diversos puntos del país, el gobierno federal informó que estaba analizando con autoridades regionales la posibilidad de restringir los viajes al exterior, rehabilitados hace sólo dos semanas, y el ministro de Salud, Jens Spahn, advirtió que “la pandemia no ha pasado”.
En Francia, la Fiesta Nacional se conmemoró ayer con desfile reducido que rindió homenaje a las víctimas del coronavirus y al que no se permitió el acceso de espectadores.
Fuera de Europa, Hong Kong restringió a partir de ayer el ingreso de personas provenientes de países considerados de riesgo y volvió a cerrar la sede local del parque de diversiones Disneylandia, que había reabierto hace menos de un mes tras permanecer inactivo más de cinco meses debido a la pandemia.
En Irán, donde se registró un repunte de los contagios en las últimas semanas, las autoridades de la provincia de Teherán decretaron el cierre de mezquitas, bares, cines, gimnasios, piscinas y salones de belleza.
Paralelamente, en el continente americano aumentaba la preocupación por la coexistencia entre una enfermedad que aún no alcanzó el pico de contagios y el deterioro económico provocado por las cuarentenas.
En Estados Unidos -por lejos el país con más casos y más muertes por coronavirus, varios de los estados más afectados adoptaron restricciones.
Texas ordenó el uso obligatorio de barbijos en varias zonas y analizaba un nuevo confinamiento; California y Nuevo México volvieron a cerrar restaurantes y bares y Oregon prohibió las reuniones de más de 10 personas en lugares cerrados.
Avances en una vacuna
La primera vacuna COVID-19 probada en los EEUU revitalizó el sistema inmunológico de las personas tal y como esperaban los científicos, informaron los investigadores este martes, cuando las inyecciones están a punto de comenzar las pruebas finales clave.
“No importa cómo lo cuentas, son buenas noticias”, dijo a The Associated Press el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de EEUU, tras conocerse que la primera vacuna COVID-19 probada en el país revitalizó el sistema inmunológico de las personas tal y como esperaban los científicos.
La vacuna experimental, desarrollada por investigadores de Fauci en los Institutos Nacionales de Salud de EEUU y en Moderna Inc. comenzará su paso más importante alrededor del 27 de julio: un estudio de 30.000 personas para probar si las inyecciones son realmente lo suficientemente fuertes para proteger contra el coronavirus.
Pero el martes, los investigadores informaron sobre los ansiosamente esperados hallazgos de los primeros 45 voluntarios que se arremangaron en marzo. La conclusión fue que la vacuna proporcionó el esperado refuerzo inmunológico.
Según explicaron los científicos involucrados en el proceso, estas personas desarrollaron una cantidad de anticuerpos comparable a la de aquellas personas que superaron la enfermedad de manera natural. La doctora Lisa Jackson, quien lideró el estudio, indicó que los resultados son “un paso esencial necesario para seguir con los estudios”.