La pandemia por el coronavirus llegó para trastocar a la ciudadanía y a los gobiernos de turno. Generó distintas crisis no sólo sanitarias, sociales y económicas, sino también de comunicación y poder.
Un grupo de consultores políticos* realizó una recopilación de 50 encuestas de opinión realizadas en 10 países de América Latina desde febrero a abril de este año para estimar el impacto que la crisis del COVID-19 tiene en la popularidad de los presidentes de la región.
“La pandemia provocó, hasta aquí, efectos desiguales en la aprobación de los gobiernos. En un grupo de países el efecto ‘rally around the flag’ parece haberse verificado: la Emergencia Sanitaria trajo aparejada una mejora sustantiva en la popularidad presidencial. Es el caso de Argentina, Colombia, Perú, Chile y Bolivia. En otro conjunto de naciones -México, Brasil, Ecuador- se registran caídas en los niveles de popularidad presidencial”, expresaron en el artículo.
En este sentido, destacaron que Alberto Fernández en Argentina, Iván Duque en Colombia y Martín Vizcarra en Perú “fueron los mandatarios que mayor incremento en sus niveles de aprobación obtuvieron” y que “en los tres hay coincidencias respecto al enfoque que tuvieron para abordar la Emergencia Sanitaria”.
En el caso argentino apreciaron que “se tomaron medidas preventivas con mucha anticipación”. En Perú “la opinión pública ponderó la reacción de Vizcarra que lanzó un programa económico muy agresivo (12% del PBI) para ayudar a la sociedad a transitar la crisis”; y en el caso de Duque en Colombia, que aún entrando relativamente tarde a las medidas y en conflicto abierto con las alcaldías, “logró sobreponerse con un mensaje tardío pero asertivo”.
Por otro parte, “en el grupo de los presidentes que vieron erosionados sus niveles de aprobación se encuentran Bolsonaro en Brasil, López Obrador en México y Lenin Moreno en Ecuador”.
Apuntaron que “AMLO venía con altos niveles de aprobación, pero sufrió con la pandemia la mayor caída registrada en el año y medio que lleva al frente del gobierno de México (15%)”.
En cuanto al presidente de Brasil, si bien mantiene un núcleo duro de apoyo, producto de la crisis la aprobación de su gestión bajó casi 10 puntos porcentuales”, manifestaron.
En ambos casos se encontraron denominadores comunes frente a la pandemia: ambos parecen haber subestimado el desafío que representa el coronavirus y hasta el momento ninguno de los dos decretó el aislamiento social y preventivo en la totalidad de sus países (sólo algunos estados han decretado cuarentenas, y en el caso de Brasil contra la explícita voluntad del mandatario).
El caso de la Argentina
Un estudio de opinión pública realizado en Argentina, los días 16 y 19 de mayo, por la consultora Zuban Córdoba y Asociados reveló que “los internautas argentinos aprueban total o parcialmente en un 82,1% la gestión del Gobierno nacional”.
Al respecto, la politóloga Paola Zuban explicó a Enfoque que “al principio de la cuarentena el apoyo que tenía el presidente Alberto Fernández de la opinión pública era muy alto y superaba el 80%”.
Sin embargo apuntó que “ese consenso, ese apoyo, ha ido disminuyéndose conforme ha ido avanzando la cuarentena por varios motivos”.
“Por un lado porque ha habido errores políticos y comunicacionales por parte del Presidente y por la gestión del Gobierno en general; y por otro debido a que la pandemia es una situación que se ha mantenido durante un largo período en el tiempo. Eso es un efecto lógico de la cuarentena que todos estamos viviendo y sufriendo de una manera u otra”, señaló.
A todo esto, Zuban remarcó que los aciertos, que fueron muy bien valorados por la opinión pública, tuvieron que ver en primer lugar con esto de “lograr un consenso primero con todas las fuerzas políticas y los gobernadores del país”, a quienes los hizo partícipes de todas las decisiones”.
Observó además “se valoró como un gesto muy importante el acercamiento a la oposición sentándolo a Horacio Rodríguez Larreta en las conferencias de prensa y consultándolo en algunas medidas que se debían tomar en la zona de AMBA”. Y agregó que “independientemente de cómo nos alcance o no, tiene una valoración positiva porque de alguna manera es un gesto de acercamiento a la oposición”.
A su vez opinó que “esos acercamientos han sido muy pocos homogéneos”. “Han habido idas y vuelta y manifestaciones de otros actores de la oposición con mucha agresividad. Se han movilizado personas para que acuda a las marcha en contra de la cuarentena desconociendo los peligros que eso conllevan, y eso se ha ido sucediendo porque de alguna manera el Gobierno no logró mantener una agenda relacionada a la comunicación de riesgo cuando estamos frente a un riesgo inminente. Todo otro tipo de política o evento debe quedar en suspenso y lo único que debe primar es la comunicación sobre el riesgo”, enfatizó.
En este sentido, Zuban consideró que “el Gobierno ha intentado instalar otros temas como la negociación de la deuda que es real y está apretando a la económica del país, pero también Vicentín, las reformas al sistema judicial, todos temas que no han sido bien valorados por la opinión pública”.
La politóloga apuntó también que “es la primera vez que veo una imagen tan positiva y estos valores de opinión pública que me dedico a estudiar hace años”. Aunque manifestó que “esos consensos son volátiles y precarios, y a medida que desarrollan y que el tiempo se alarga, irán disminuyendo”.
Estrategias de comunicación
En el caso de Argentina hubo varias etapas dentro de la comunicación gubernamental que no han sido uniformes, ni homogénea desde ningún punto de vista.
Al respecto, la politóloga Paola Zuban manifestó que “lo único que se mantuvo prácticamente durante toda la cuarentena es el tono personalista del presidente Alberto Fernández, que arrancó al comienzo con un altísimo nivel del consenso”.
Asimismo, remarcó que en materia comunicacional “se ha hecho una tarea significativa” sobre todo para erradicar las fake news o noticias falsas.
“Las conferencias de prensa del presidente son muy efectivas, adecuadas, oportunas, informativas y tratan de esclarecer la situación y es bueno que los ciudadanos tengan un lugar donde recurrir cuando quieran confirmar las informaciones que tienen”, aseveró.
Enfatizó también que “los canales digitales del Gobierno también han hecho una tarea significativa muy buena en cuanto a publicar información oficial todos los días con los números de la cantidad de contagios, hisopados, fallecidos y recuperados”.
“Todos los días tenemos canales oficiales que están brindando de manera permanente información y esa es la manera más efectiva de combatir la fake news porque hay muchos otros recursos. Uno puede plantarse desde la comunicación gubernamental y combatir las fake news una por una y salir a aclarar y salir responder cada cosa, eso sería una contra narrativa. Yo creo que el Estado nacional ha optado por la narrativa alternativa, que es bien informar, brindar los canales oficiales de comunicación permanente y oportuna y chequeada para que los ciudadanos sepan donde recurrir cuando quieran confirmar determinados datos”, dijo Zuban.
Por ende consideró que “la estrategia adecuada que ha implementado el Gobierno nacional es informar diariamente, oficialmente y por todos los canales tradicionales y digitales” ya que fue efectiva y ayudó a mantener la imagen positiva del Gobierno”.
“Veremos la efectividad de las medidas y las comunicaciones una vez que podamos tomar distancia de esta situación y podamos evaluar lo que se ha hecho. Hasta ahora por lo menos la opinión pública argentina tiene un consenso mayoritario de que el Gobierno está informando adecuadamente, y tomando las medidas que considera adecuadas para proteger a la población”, aseveró.
Para finalizar, Zuban sostuvo que “por supuesto que hay mucho descontento, muchas resistencias, muchos reclamos y críticas en torno a los plazos en los que se podrá volver a salir efectivamente de esta pandemia”. “La gente lo que se necesita cuando está en una situación de riesgo es que se le brinde certeza y el Gobierno en este momento no está pudiendo cumplir o llegar a brindar esas certezas por el solo hecho de que no las tiene y porque no se las conoce a nivel mundial. El Presidente no quiere arriesgarse a prometer algo que no se puede cumplir y es ahí donde se pierde de alguna manera estos consensos que son precarios”, cerró.
* El equipo de consultores políticos, que elaboró la recopilación y comparación de 50 encuestas de opinión pública de distintos líderes de América Latina, está integrado por Daniela Barbieri, Javier Cachés y Augusto Reina. Podés leer su artículo completo en la revista digital: www.cenital.com.