– Si señores. Es cierto que Julián Tortazo, perdón, Tortosa, me ganó la pelea callejera que mantuvimos ayer junto a nuestras respectivas novias y un abundante público que aprovechaba la ocasión para azuzarnos a uno y otro, sin un sólo ademán de separación. Total, el espectáculo era gratis.
Reconozco que todo pasó por la forma en que la miré a su novia. Es que es muy bonita. ¡Y las piernas que tiene! Ni les cuento. De los ojos, ni que hablar. Yo pensé que mi novia y Julián no se darían cuenta y le enfoque la mirada como para comérmela. Pero no se me dio. Al final, lo único que me comí fue una paliza descomunal.
Pero no importa, les repito, que yo haya perdido la pelea. En la vida se pierde y se gana, una y mil veces. Lo que importa sí, y de esto pueden atestiguar las novias de ambos y el público en general, es que Julián Tortazo, perdón, Tortosa, me venció con trompadas locas, del tipo molinete, sin una disciplina boxística ni de ningún tipo, a los galletazos, como se sabe decir, y alguna que otra patada que me aplicó en partes vergonzantes de mi anatomía, tirándome al suelo para rematarme, lo que hubiese conseguido si el público no reaccionaba a tiempo y nos separaba justo al momento en que yo perdía el aliento y la consciencia. Verdaderamente fue triste el espectáculo que dio, por lo desordenado de su actuación y por la falta de método y disciplina en la pelea. Ninguna técnica ¡Válgame Dios!
Todo eso no vale.
Lo que sí vale, y los testigos podrán corroborar, es que mi actuación fue totalmente armoniosa, con movimientos de piernas, juegos de cintura y guardias boxísticas de primer nivel, que para eso estudio boxeo, karate y kung fu.
Todos disfrutaron de mis armoniosos intentos de llaves y de golpes reglamentarios, figuras de manual, se lo aseguro. Lo que pasa es que la avalancha de Tortosa, perdón, de tortazos, me superó justamente por lo irregular de la cosa. Que si Julián Tortazo, perdón, Tortosa, hubiese empleado métodos más convencionales, seguro que yo ganaba o, por lo menos, empataba.
Pero creo que lo más importante es que pude lucir mis guardias estudiadas, ante mi novia, quien quedó totalmente impresionada por mi técnica. Me lo acaba de decir aquí, en la sala del hospital donde estaré internado por el término de cinco días. Aunque, sin ponerse colorada, pero con mucha delicadeza, ella me manifestó que, más que la técnica y el estilo de mi lucha, le impresionan mis ojos en compota, la clavícula y el brazo derecho quebrados y la cara totalmente desfigurada como me ha quedado después del encontronazo. Yo intento acariciarla, pero no puedo, pues los yesos no me permiten mover, pero como sí puedo hablar, trato de convencerla de que lo importante de todo esto es la técnica de pelea utilizada por mí, que en esta vida hay muchos boxeadores que no la tienen… y así les fue.
El autor
Escritor misionero Nacido en Apóstoles el 25 de agosto del año 1945.
Es Comandante del Cuerpo de Comando (R), de la Gendarmería Nacional Argentina. Ejerció la docencia ad honórem en incipientes escuelas de la Patagonia Argentina. Retirado de dicha Fuerza, ejerció la docencia en el ámbito rural y Adultos de la provincia de Misiones.
Su obra literaria está compuesta de treinta y tres títulos editados, con tratamiento de distintos géneros tales como la investigación periodística, ensayos históricos, poesía y cuentos, poniendo en este último género el peso de su obra literaria.
Fue Presidente de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Misiones (SADEM) y sus obras fueron presentadas en reiteradas oportunidades en la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, en representación de la provincia.
Fue invitado por la Sociedad de Escritores de Brasil, para presentar su obra en el “Museo Paranaense” de la ciudad de Curitiba.
Participó del Grupo de Escritores Misioletras, interviniendo en la Feria Internacional del Libro de la República del Paraguay y distintos eventos culturales en el marco provincial.
En el año 2010, su obra fue homenajeada por el Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Fue designado como embajador cultural del Rotary Club Posadas Villa Urquiza, juntamente con la señora Evelin Rucker.
Representó al país en la Feria Internacional del Libro, en el Estado de Paraná, Brasil, juntamente con las colegas escritoras Ofelia Giménez y Laura Kachorroski.
En su actividad normal, brinda charlas de orden literario en distintas escuelas de la provincia, a nivel primario, secundario, universitario y escuelas especiales.
Fue galardonado por el Gobierno provincial por su permanente colaboración con la cultura regional, y distinguido con diversos reconocimientos por parte de entidades promotoras de la cultura.
Difusor de la lectura a través de programas en la televisión misionera. Recorre distintas regiones de la provincia acompañando al Bibliomovil de la Biblioteca de las Misiones, visitando escuelas de diversas categorías fomentando e incentivando el hábito de la lectura. Tiene a su cargo la dirección de la Editorial EDICIONES MISIONERAS, empresa privada desde la cual se contribuye a la edición de libros de autores misioneros y de otras regiones del país y de países hermanos.