
El hombre de entre 35 y 40 años hallado flotando el pasado domingo en aguas del Paraná y a la altura de esta localidad murió a raíz de una herida de arma blanca en el pecho, según lo reveló la autopsia. En tanto que por sus tatuajes los investigadores creen que pertenecía a la facción criminal brasileña PCC (Primer Comando de la Capital), según fuentes del caso.
El hallazgo del cuerpo fue reportado por personal de Prefectura Naval a las 16.20, en una zona de Caraguatay conocida como paraje Tacuarita.
Una vez en la escena, personal policial realizó las pericias de rigor y el cadáver, que se hallaba en avanzado estado de descomposición, fue enviado a la Morgue Judicial de Posadas para que los forenses determinen la causa fehaciente del deceso.
Al principio y a simple vista el hombre presentaba dos orificios en la espalda similares a impactos de bala, sin embargo la necropsia develó que “la muerte fue provocada por herida de arma blanca en tórax”.
Una vez expedido el certificado de defunción y por disposición de la Justicia el cuerpo fue sepultado en el cementerio local aún en carácter de NN. Se extrajeron muestras de ADN para posibles y futuros cotejos con familiares del occiso.
“Marca registrada”
La víctima, de entre 35 a 40 años, era de tez blanca, calvo, de contextura robusta, presentaba el torso desnudo con bermuda de tela color oscuro. Tenía tatuajes en rostro pómulo izquierdo con inscripción “Repect” y arriba de la ceja derecha con la palabra “Smile”.
Otro en antebrazo izquierdo con la inscripción “León”, uno más con forma de rombo con interior de un paisaje en la muñeca, y la inscripción “brújula” en hombro izquierdo, también en antebrazo derecho con la inscripción “payaso”, y una forma de rombo, dibujos de halcón y rostro de mujer, indicaron los investigadores.
Según las fuentes y basados en la base de datos de sus pares brasileños, cuando los prisioneros del PCC se graban en la piel un payaso, es el símbolo con el que se distinguen aquellos que son “asesinos de policías o salen a buscar uniformados para matar”.
En la Policía de Brasil cuentan con el significado de 36 imágenes asociadas a delitos específicos que utilizan presidiarios pertenecientes al PCC. Muchas de ellas se repiten en cárceles brasileñas y aparecen con los mismos patrones en otros países.
Además de los símbolos más populares como los payasos (asociados con robo y muerte de policías), magos o duendes (comunes entre los traficantes), la investigación identificó una recurrencia inusual de personajes infantiles como el “Demonio de Tasmania”, el “Correcaminos” y el “Sací Pereré”, un popular personaje brasileño.
También es común observar que estos detenidos se tatúan frases del Joker, un villano de fantasía que demuestra desprecio por las autoridades. Los tatuajes además, establecen rangos dentro de la organización y otorgan jerarquía o prestigios.