Este domingo 9 de agosto el Papa Francisco, tras rezar el Ángelus, recordó los trágicos bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, pidiendo compromiso por un mundo libre de armas nucleares. Pero también el Líbano estuvo en el corazón del Papa: haciendo presente la catástrofe que ha vivido esta semana, el Pontífice renovó su pedido de ayuda a la comunidad internacional.
El papa Francisco invitó a la comunidad internacional a promover una “generosa ayuda” al Líbano para superar la catastrófica explosión del puerto de Beirut y deseó que la convivencia en el país renazca fuerte.
“La catástrofe del pasado martes interpela a todos, a partir del pueblo libanés, a colaborar por el bien común de ese país (…) Renuevo mi llamamiento para una generosa ayuda por parte de la comunidad internacional”, señaló el pontífice tras el Ángelus.
Las Naciones Unidas y Francia organizaban este domingo una videoconferencia internacional de donantes para ayudar de forma inmediata a la población libanesa tras la devastadora explosión registrada el pasado martes en el puerto de su capital, Beirut.
Francisco dio instrucciones para el clero católico en ese país: “Por favor, pido a los obispos, sacerdotes y religiosos de Líbano que estén cerca del pueblo y vivan con un estilo de vida marcado por la pobreza evangélica, sin lujo, porque vuestro pueblo sufre mucho”, indicó.
El pasado viernes el Vaticano ya comunicó que el papa había decidido una primera ayuda de 250 mil euros al Líbano.
Ayuda papal
El Santo Padre ha enviado esta semana a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, una primera ayuda de 250.000 euros para atender las necesidades de la Iglesia libanesa en estos momentos de dificultad y sufrimiento.
Esta donación quiere ser un signo de la atención y cercanía de Su Santidad hacia la población afectada y de su cercanía paternal a las personas que se encuentran en graves dificultades.
La ayuda fue transmitida a través de la Nunciatura Apostólica de Beirut y se utilizará para atender a los afectados por la terrible explosión del puerto, que causó varias muertes y cientos de miles de heridos y desplazados, al tiempo que destruyó edificios, iglesias, monasterios e instalaciones civiles y sanitarias.
Frente a las necesidades urgentes, las estructuras católicas, a través de los centros de recepción de desplazados, junto con la acción de Caritas Líbano, Caritas Internationalis y varias organizaciones hermanas de Caritas, ya han dado una primera respuesta de ayuda de emergencia.
Fuente: medios digitales