
Son tiempos nuevos, tiempos de cambio. La pandemia llegó para modificar varios aspectos de la vida cotidiana y el deporte no es la excepción. Sin novedades a la vista en cuanto a competencias, el yachting misionero siente los efectos colaterales del virus y se ve obligado a reinventarse para subsistir.
Con más de un tercio de deportistas que abandonaron o dejaron en standby la práctica, a la escuela OptiNic, cuna de grandes navegantes provinciales y que también dejaron su sello a nivel internacional, no le quedó otra que ajustarse al momento. Por eso se agregaron dos nuevas disciplinas, para solventar lo económico, pues en el horizonte no asoman noticias.
“No tenemos ninguna novedad acerca del regreso de las competencias. La escuela está funcionando al porcentaje que nos permitieron, que es el cupo de 10 chicos por turno, divididos en mañana y tarde”, aseguró Leandra Burtnik, entrenadora de la escuela junto a Nicolás Dasso, a EL DEPORTIVO.
“Nos afectó mucho la pandemia. Por ejemplo, teníamos una escuelita donde enseñábamos a los chicos nuevos y eso lo perdimos. No se puede navegar de a dos excepto los veleros, que son de grupos familiares. En fin, solo podemos limitarnos a entrenar, ya que no hay otras novedades”, afirmó.
La situación significó un duro golpe para la disciplina porque muchos alumnos dejaron de asistir, algunos por no tener competencias en un futuro próximo y otros por el entendible temor al coronavirus, que día tras días gana terreno en el país.
“Todo esto influyó en la cantidad de deportistas que teníamos. En el verano trabajábamos con unos cien chicos y ahora tenemos alrededor de 30. Para atrás todo”, se lamentó Burtnik. Esa caída en el número de practicantes también influyó en el patrimonio de la entidad y es por eso que Dasso y Burtnik optaron por agregar la práctica de más actividades acuáticas.
“Tuvimos que hacer una mixtura y, ajustándonos a estos tiempos, incorporamos winsurf y stand up paddle, que es la tabla donde vas parado y vas con un remo, y bueno… la vamos llevando así porque al tener tan pocos chicos navegando no es rentable. La piloteamos así y vemos cómo podemos seguir incrementando alumnos para más adelante, para cuando se vaya flexibilizando el tema de la cuarentena. Mientras tanto, seguimos las prácticas siguiendo el protocolo”, explicó la coach.
La pandemia afectó prácticamente todo el calendario del yachting provincial y las competencias que los misioneros tenían por delante. Fue tal la magnitud que alcanzó el parate que, como se sabe, hasta los Juegos Olímpicos debieron postergarse para 2021.
“Nos quedamos sin el Sudamericano de Yachting que se iba a disputar en Mar del Plata. Ese torneo iba a tener representantes de acá y a Nicolás Dasso como entrenador. Se vio afectado el Mundial de Optimist y por ende tampoco se pudieron desarrollar los campeonatos europeos y norteamericanos. Se suspendieron los Juegos Olímpicos y es una lástima porque teníamos a la misionera Lourdes Hartkopf, que iba a representar al país. También afectó a certámenes tradicionales como los Juegos Nacionales Evita, la Copa Mercosur o el Encuentro de la Laguna Totora, en Corrientes, al que vamos todos los años. Prácticamente se nos vino abajo todo el calendario del año y ahora solo queda esperar nomás a ver qué pasa”, sintetizó con preocupación.
Para cerrar, Burtnik dijo que seguirán trabajando y destacó la decisión de los padres de seguir apostando por el yachting. “Vamos a seguir entrenando. Sacaremos buenos navegantes, pero no nos podremos probar en ninguna competencia. Por suerte los padres quieren que los chicos sigan navegando por lo saludable, por el deporte en sí”.
“Nuestra actividad es un poco más larga que otras, porque los chicos tienen que armar el barco, practicar y luego desarmarlo. Entonces no es una hora y se termina, esto dura hasta tres horas y eso le sirve a los chicos para complementar su actividad física, que a la vez repercute en la salud”, cerró.