Para un gran número de personas pasan desapercibidas las aves en general, tal vez piensen en ellas inconscientemente mientras se repiten frases que denotan falsas creencias: “Tiene pajaritos en la cabeza”, “es un pavo”, “cabeza de chorlito”, etc., dando por hecho que son seres tontos, primitivos, sin un ápice de inteligencia.
Hace un par de años se publicó un maravilloso libro llamado “El ingenio de los pájaros”, escrito por Jennifer Ackerman, divulgadora científica, columnista del prestigioso The New York Times y del National Geographic. Fue considerado el mejor libro del año y batió todos los récords de venta. Tal vez porque abrió las puertas al fascinante mundo de las aves y los descubrimientos más recientes de la ciencia sobre la inteligencia y el cerebro aviar, interesando no sólo a los ornitólogos sino al publico en general.
La autora hace mención a estudios científicos que demuestran que las aves tienen cuatro veces más neuronas que los primates y otros mamíferos, por lo tanto su inteligencia es superior incluso a la de los humanos. Ellas piensan y resuelven los problemas que les plantean los investigadores e inventan soluciones nuevas. Por ejemplo, entrenan a las palomas a mirar mamografías y son capaces de distinguir entre tejidos sanos y los tejidos con cáncer, ¡mucho mejor que los técnicos formados en ello!
Tienen una memoria espacial muy desarrollada. La especie Cascanueces Común esconde hasta 30.000 semillas en miles de lugares distintos en varios kilómetros cuadrados y varios meses después las recupera. Nosotros a veces ni recordamos donde dejamos las llaves.
Muchas clases de aves tienen una vida social tan compleja como la nuestra y los circuitos de su cerebro que controlan el comportamiento social se parecen mucho al humano. Ellas manipulan, discuten, hacen trampas, se burlan, juegan y mucho más. Se adaptan a la civilización humana como es el caso de la Corneja Japonesa que para partir las nueces las tiran en los cruces peatonales para que los autos las pisen y cuando el semáforo da verde bajan a recogerlas.
Entienden los beneficios de la reciprocidad y la cooperación entre ellas y con el humano, como la especie de los Cuervos que cuando recibe alimento de una persona agradece dejándole un presente: frutitas, objetos, etc.(Continuará).