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Fueron dos jóvenes quienes recibieron una notificación de su cese de actividades como parte de los aspirantes a la Asociación de Bomberos Voluntarios de Posadas. A partir de ahí, realizaron una exposición policial para denunciar que en realidad dentro del cuartel son víctimas de una persecución.
Entre las faltas cometidas por sus propios compañeros, señalan que hubo discriminación por orientación sexual al tratarlos de “gays” y que no podrían seguir con su formación por tal motivo.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN uno de los denunciantes, Nahuel Rojas, explicó que “en realidad son varias las personas que pasaron por esto. Pero más nos sentimos agredidos porque en nuestro grupo de aspirantes hay un chico que es gay que sufrió la mayor discriminación. En mi caso, presenté una notificación de que no iba a presentarme por unos días por los comentarios discriminatorios que también se dirigieron hacia mi persona. Ese mismo día, mis propios compañeros bomberos llegaron a mi domicilio para pedirme de manera prepotente mi uniforme. Mi mamá fue la que los atendió porque no me encontraba en mi casa y si yo no lo hacía que volverían acompañados de la fuerza de policía”.
En la notificación presentada desde la Asociación consta como motivo un incumplimiento de varios de los artículos de la Ley 2363/86: “Sucede que no pueden darnos directamente la baja porque primero tendría que ser una suspensión por 30 a 60 días como máximo o un recargo de tareas. Entre otros compañeros hablamos de estos artículos que nombran pero no tenemos idea, en general nos hablan de un abandono de servicio, cuando vivíamos más en el cuartel que en nuestro hogar. Este lunes vamos a Derechos Humanos y al INADI para ampliar la denuncia, porque la discriminación fue en conjunto por el cuartel”, detalló.
Rojas también aseguró que “las denuncias de este tipo hay hace bastante tiempo pero nunca llegaron tan lejos como nosotros, sino que dejaron todo ahí. La parte de la discriminación por orientación sexual la sufrimos dos compañeros pero la mayoría de los aspirantes fuimos violentados. En nuestras guardias, presentamos varios descargos por la falta de mantenimiento de los bomberos. En ese momento nos amenazaron con que iban a ensuciar nuestros legajos y que no podríamos ingresar a ningún otro cuartel ni rendir otros cursos. Como aspirantes, también debemos contar con un seguro pero nunca llegamos a tener en claro si lo teníamos. Incluso a la hora de salir a los incendios, recibíamos insultos frente al personal policial”.
Por su parte, el ex jefe de Bomberos Voluntarios de Itaembé Miní, Miguel Ángel Yuszczeczyn, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “hoy en día hay aspirantes que sufren de maltratos y discriminación por parte del personal de la institución por no estar de acuerdo con su funcionamiento. Muchos no quieren denunciar en su momento por miedo a los aprietes, entonces directamente dejan la institución”.
Sobre este caso, aclaró que “Rojas realizó una denuncia porque cuando solicitó unos días a la institución automáticamente el mismo día le dan de baja. Solamente se da la baja cuando hay falta de respeto entre el personal, hurto, donde primero se los aparta y luego se da todo el procedimiento hasta llegar finalmente a sacarlos”.