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Un grupo de individuos ofrece el servicio de “seguridad”, pero si el conductor se niega a pagar, sufre varios tipos de represalias, explicaron.
Esta información llamó la atención del equipo de periodistas del sitio Jornal da Fronteira (JF), que inició una investigación.
Según la información obtenida por la JF, los camioneros que necesitan permanecer en fila, en las riberas de la BR 163, hasta que se les autorice el acceso al edificio Aduana, deben pagar la cantidad de 30 reales para tener garantizada su seguridad.
Esto en un momento dado no sería un problema en sí mismo, pero resulta que quien hace el cobro, también amenaza, si el camionero se niega a pagar la cantidad estipulada por la “seguridad”, se le pueden romper los precintos, robar baterías, además de otros daños en su camión.
Varios conductores ya han sufrido este tipo de situaciones. “Si no pagamos lo que piden, nos amenazan”, confió uno de los choferes.
Tanto los camioneros como los empresarios del sector del transporte internacional temen las represalias, por lo que acaban cediendo a las amenazas del grupo, que se moviliza con varios coches e incluso utiliza perros para asustar a los conductores.
“El caso es mucho más grave de lo que imagina, para que se haga una idea los supuestos guardias de seguridad montaron un estand también al costado de la carretera, desde donde controlan quién llega y quién sale”, dijo uno de los empresarios.
Otro demostró que en pocos días gastó más de 1.000 reales en “cuotas de seguridad”, como había muchos camiones, la “seguridad” hizo un descuento. Se pagaron 50 servicios, a 20 reales cada uno.