
La Justicia brasileña anuló este martes de manera unánime una denuncia contra el expresidente Lula da Silva, a quien la fiscalía atribuía los delitos de tráfico de influencias, corrupción pasiva y organización criminal por haber beneficiado supuestamente a la compañía constructora Odebrecht en una obras en África.
Un comunicado emitido por la defensa de Lula destaca que con esta decisión judicial ya son cinco las denuncias interpuestas contra el exmandatario de Brasil y rechazadas por los tribunales por falta de pruebas. En relación a este caso, sus abogados han señalado que la acusación presentada por la Fiscalía General era “precaria” y carecía de “sustento probatorio alguno“.
En concreto, el Ministerio Público sostuvo que Lula favoreció unos proyectos de Odebrecht en Angola través del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), a cambio de unos pagos de los que el expresidente se habría beneficiado.
La defensa del exmandatario se ocupa ahora de hacer progresar dos recursos ante el Tribunal Supremo Federal, con los que reclaman la anulación de los procesos contra Lula en el marco del caso ‘Lava Jato‘, y la repetición del juicio, bajo la alegación de que ni el fiscal, Deltan Dallagnol, ni el por entonces juez Sergio Moro fueron imparciales.
Recientemente, el Consejo Nacional del Ministerio Público (CNMP) archivó una demanda presentada por Lula contra tres fiscales del caso Lava Jato, entre ellos Dallagnol, para que fuesen investigados por supuesta parcialidad.
“Persecución judicial y política”
En los últimos años, la Justicia abrió contra Lula, quien gobernó entre 2003 y 2010, un total de nueve procesos, en todos los casos por supuestas prácticas de corrupción y algunas vinculadas a la operación Lava Jato, que destapó una vasta trama de ilícitos con tentáculos en otros países, tanto de América Latina como de África.
En uno de esos juicios fue condenado a ocho años y diez meses de prisión y llegó a pasar 580 días encarcelado, pero luego fue liberado por una decisión de la Corte Suprema, pues aún no ha agotado por completo sus posibilidades de apelación.
También a la espera de que sean juzgados otros recursos está una pena dictada ya en segunda instancia en otro de los procesos, en el que Lula fue hallado culpable de corrupción y lavado de dinero por una corte de segunda instancia, que le condenó a 17 años.
El antiguo líder sindicalista sostiene que es víctima de una “persecución judicial y política” que le impidió disputar las elecciones de 2018, que fueron ganadas por su gran antagonista político, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Fuente: Medios digitales