Existen varios temas de los que es mejor callar, algunos para que se cumplan y otros para que no se repitan. Por ejemplo, guardar en secreto tu vida amorosa, tus ingresos y tu próximo proyecto son temas básicos para vivir felices, diría que son de manual de la abuela que tienen fundamentación científica y energética, mientras que antes se sabía por derecho de conciencia.
La sabiduría ancestral que se perdió fue precisamente porque antes no tenían un fundamento racional que explicara el “¿por qué no lo tenemos que hablar?” y simplemente el hijo o hija aceptaban los mandatos.
Poco a poco esas costumbres “sanas” se fueron perdiendo por la rebeldía de la descendencia que no encontraba una respuesta racional a su interrogante.
Cada tema tiene su correlato por ejemplo, callar tu vida amorosa porque sólo atañe a dos. No hablar ni contar largos relatos de situaciones vividas con tu pareja es una actitud sabia porque: tu pareja es tu espejo, ella te muestra lo que tenés que sanar.
Aprendes de ella y si hablas con terceros sumas como un trío, un cuarteto o una sinfonía según la cantidad de personas a las que involucres. La energía que generás en los otros seguramente será negativa si la historia es negativa y no generarás nada positivo si tu intimidad la disfrutaste con tu pareja. Esa tercera persona solamente sentirá pena por no sentir lo mismo o sentirá envidia (dolor).
Esas emociones seguirán interfiriendo sin aportar nada. Claro que puedes conversar con alguien sobre un tema que te preocupe si estás buscando una respuesta válida, pero tendrás que saber bien a quién recurrir para obtener un buen resultado.
Muchas veces, la ansiedad nos lleva a contar a una y otra persona esperando escuchar lo que deseas y no aportará nada. Tu vida amorosa es íntima y se queda en la intimidad.
Respecto a contar cuánto ganás sólo generarás sentimientos de envidia, si es mucho dinero o será sentimiento de lástima o pena si es poco tu ingreso. Ninguno de esos sentimientos te beneficiarán, al contrario, harán que esa energía emocional se multiplique y te llegue en carencia o en envidia que es dolor.
Por último y no menos importante es no contar tus proyectos a todo el mundo porque se dispersan, es mejor hacer que hablar, en periodismo escrito es: “no lo diga, escríbalo” porque cuando lo cuentas estás ya descargando todo lo mejor de la historia.
Derek Sivers explica que “cuanto más hablas de tus metas con los demás, más te alejas de ellas” y esto es así porque tu mente cree que ese proyecto ya está hecho cuando lo cuentas y entonces tu entusiasmo se disuelve y verás que tus proyectos dejan de interesarte.
Solamente puedes contar o hablar de esos temas con quienes dan una solución o con quienes harás negocio, igualmente no tienen por qué saber cuánto es tu ingreso.
Si realmente quieres una solución deberás encontrarla en tu corazón, todo está ahí. Hazte unas preguntas: “¿qué me está mostrando esta situación?”, “¿qué puedo aprender?”, “si cuento esto a (nombre del tercero) ¿para qué me servirá?” y “¿es bueno para mi?”. Deja que pase un rato y la respuesta llegará.