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La Justicia define los últimos pasos para cerrar la investigación de un triple crimen que conmovió a la Zona Norte y a toda la provincia. El 7 de agosto de 2019, Raquel Pereira (22) y sus hijos Jefferson (8) y Thiago (3), fueron asesinados a machetazos por Silvio Mogarte (28), quien era pareja de la madre. Sólo faltaría completarse una última pericia para que el caso sea elevado a juicio.
En los últimos días se conoció que desde la fiscalía solicitaron que se compruebe que uno de los elementos recabados durante el rastrillaje que hizo la policía en el predio donde ocurrió el crimen, corresponda efectivamente con la del acusado.
Se trata de una prótesis dental que apareció en el recorrido que hizo Mogarte desde la vivienda donde mató a Raquel y a sus pequeños hasta la vivienda de un vecino a donde se había dirigido a solicitar ayuda. Buscan determinar que esa pieza pertenece al acusado, para que sea utilizada como una prueba más de su autoría en el caso.
Cuando esta pericia culmine, se estima que el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente estaría en condiciones de pedir opinión al Ministerio Público Fiscal para elevar el caso a juicio oral y público.
Es necesario recordar que según la investigación, Mogarte intentó quitarse la vida luego del asesinato. Todo indica que se disparó en la boca con un rifle modificado calibre 22, cuyo proyectil le produjo un orificio de entrada en el mentón, con salida por una mejilla. También se habría provocado un corte de unos 20 centímetros en el cuello, pero sin que afectara alguna arteria vital.
Al respecto, en el mismo lugar donde los investigadores hallaron la prótesis se encontraba el rifle y un cuchillo tipo Tramontina.
Silvio Mogarte está detenido en la Unidad Penal VII de Puerto Rico. A fines de junio pasado el magistrado Gerardo Casco, le dictó la prisión preventiva bajo la figura de “femicidio” y “doble femicidio vinculado”.
El acusado había mantenido una relación de convivencia de un mes y medio con las víctimas, en la vivienda ubicada en Colonia Fortaleza, a 25 kilómetros del casco urbano de San Pedro. Por lo que se pudo reconstruir, Mogarte no tenía buena relación con Yeferson, el chico de ocho años, por lo cual la madre decidió terminar con el vínculo de pareja. Esto habría enfurecido a Mogarte, quien insistía con volver a vivir con ella.
Las pruebas que obran en la causa lo señalan como el que llegó a la vivienda y atacó a machetazos a Raquel y a sus dos hijos. Luego caminó un kilómetro hasta la casa de un vecino donde llegó a pedir ayuda, después de intentar quitarse la vida.
Quien lo ayudó, testigo en la causa, lo vio llegar con un machete en la mano y con la boca herida de donde salían fuidos, una mezcla de sangre y saliva. Colocó un toalla en el asiento de su camioneta y se dirigió hacia la sede policial. A medio camino, se detuvo para avisar a un vecino que llevaba a una persona herida, como para que los policías no pensaran que era él el que lo había atacado.
Lo atendieron en el Hospital de San Pedro y después fue trasladado al SAMIC de Eldorado. Cuando se supo que era el principal sospechoso, quedó con custodia policial las 24 horas.
Tres días después, el cuerpo de Raquel y sus pequeños fueron despedidos en el Centro Comunitario de Colonia Terciado Paraíso por una multitud de vecinos y familiares.