Desde el principio del aislamiento obligatorio por el COVID-19, la actividad en las florerías y floriculturas de esta ciudad disminuyó enormemente y las ventas se desplomaron. “Nosotros sentimos que bajaron un 70%”, lamentó Carmen Schweikart, propietaria de la florería que lleva el apellido familiar.
Es que las restricciones sanitarias tienen como uno de sus ejes la prohibición de los eventos y “sin casamientos, sin cumpleaños e incluso sin velorios, se terminaron los grandes trabajos: ramos, centros de mesas y todo tipo de arreglos o agasajos florales”, enumeró Schweikart.
Ayer, un día tradicionalmente muy intenso por el inicio de la primavera, el movimiento comercial fue “casi nulo, hubo muy poca venta. En esta época muchos deciden casarse y los pronósticos para nosotros siempre eran los mejores, pero este año nada, la florería está vacía”, remarcó Sandra.
Desde primera hora
Ayer a primera hora, la mayoría de las florerías de Posadas se encontraba armando ramos para recibir el Día de la Primavera. En el caso de Patricia López, la jornada comenzó a las 6.
“Es que el domingo recibimos muchas plantas y flores, estamos trabajando desde temprano porque la primavera es muy importante para nosotros, la gente tiene la costumbre de regalar flores.Es una tendencia y nosotros siempre nos preparamos, sabemos que hace años la gente hace eso”.
Sin embargo, los comerciantes coincidieron en que este año la demanda comercial fue casi nula. “No hay mucho movimiento, años anteriores recibíamos muchos pedidos. Se siente la diferencia por el tema del aumento de precios, de hasta un 50%”, según Adriana Maidana, de “Imperio de las Flores”.
Precios en alza
En efecto, el precio de las flores aumentó considerablemente, “entre un 30 y 50%”, según manifestó Patricia López, de la florería “La Familia”.
Esto se debe, principalmente, a que la mayoría de las plantas son traídas desde Corrientes y Buenos Aires y “es todo un tema con el envío, el transporte es clave para la mayoría de nosotros. Pero dentro de todo agradecemos que hay trabajo”, opinó Patricia.
“Las flores están muy caras”, simplificó Carmen Schweikart. Y aclaró que las más cotizadas son las rosas, pero “traemos menos de la mitad de las que traíamos el año pasado debido a que las ventas bajaron enormemente”.
Para dar una idea, una docena de rosas cuesta 3.000 pesos, aunque quienes busquen ramos primaverales más económicos pueden encontrarlos desde los 300 pesos en adelante.
Patricia López contó que las más asequibles son las flores San Vicente, cuya varita cuesta 70 pesos y hay ofertas de tres por 200. Mientras que las más caras (además de la rosa, que cuesta 250 cada una) son “el lirio perfumado, que lo adquirimos a 300 pesos cada uno, y después tenemos el pimpollito nacional a 200 cada uno y 2.400 pesos la docena”.
Al respecto, Adriana Maidana de “El Imperio de las Flores” contó que todo depende del cliente, porque “a veces compran una rosa o un clavel. Siempre se le ofrece al cliente desde lo más económico a lo más exclusivo, tenemos variedad”.