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Por medio de un convenio que involucra al Municipio local, la Asociación Huella Verde y la empresa AESA, en esta ciudad se impulsa una política pública de reciclado y disposición final de las pilas usadas, con el fin de proteger el ambiente.
“Estamos trabajando junto con la Asociación Huella Verde no solamente en este proyecto, sino en varias otras iniciativas medioambientales, pero ahora estamos con esta idea de reciclado de pilas en nuestro municipio. Esto nos tiene muy contentos porque lo venimos pensando desde hace un tiempo, cuando realizamos con Huella Verde el saneamiento de los arroyos y notamos la gran cantidad de pilas tiradas que había en el agua. Así que ahora, por medio de este acuerdo, logramos poder recoger las pilas en el municipio, que Huella Verde las retire y que AESA se ocupe de su destino”, explicó Jonatan Vega, del área de Agro, Producción y Medio Ambiente de la Comuna.
La campaña, denominada “Ponete las pilas, unite al ambiente”, encontró muy buen eco en la comunidad, que ya empezó a acercar sus pilas viejas, en tanto que la Municipalidad, en forma simbólica, agradece el gesto de los vecinos obsequiándoles plantines.
Romina Schewzon, de Huella Verde, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “a través de este convenio de colaboración interinstitucional, empezamos en Puerto Rico a dar los primeros pasos del programa diferenciado de residuos peligrosos ‘pilas en desuso’, al que se pueden adherir todos los municipios que quieran. AESA nos provee de bolsas amarillas especiales para manejo de residuos diferenciados junto a un precinto de seguridad. Cuando se acopia la cantidad suficiente, Huella Verde se encarga de recogerlas para que finalmente AESA se ocupe del destino final. Las instituciones públicas tienen que asumir el compromiso de darle continuidad (a esta iniciativa) y las que lo hagan, luego de un año recibirán la Certificación Huella Verde”, finalizó.