Atravesó medio mundo por el lapso de tres meses y tras recorrer varios puertos y varios kilómetros por tierra; llegaron a Cerro Azul las turbinas para la generadora eléctrica a biomasa.
Este gran equipo partió desde el continente asiático a fines de junio pasado y tuvo como destino final el municipio de Cerro Azul, donde se ultiman los detalles para la puesta en marcha de la planta MM Bioenergía. Por el momento, se estima que para fin de año estará en funcionamiento.
Al respecto, el empresario santafesino René Mangiaterra habló de los avances en la planta de energía eléctrica sobre la base de biomasa, que se construye a la altura del kilómetro 934 de la ruta nacional 14 en la localidad de Cerro Azul.
En ese sentido, expuso que la semana pasada llegaron desde la India las turbinas que generarán aproximadamente 3,5 MW/h. Dichas turbinas aprovecharán el vapor de agua producido por el calor de la combustión de residuos de biomasa de la actividad foresto industrial de la zona.
El consumo estimado para la planta es de 50 mil toneladas por año de residuos forestales (raleos, chip y desechos forestales de los aserraderos de la zona).
La planta eléctrica, por convenio con la distribuidora nacional Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) y la Cooperativa Eléctrica de Leandro N. Alem Limitada, funcionará “en isla”.
De esta manera, se considera que se estará solucionando la demanda local y de las zonas aledañas, ya que contará con el factor de potencia necesario para el desarrollo residencial e industrial.
Además, se detalló que la planta contará con tecnología de última generación, amigable con el ambiente.
A principio de año se había detallado que la planta demandará una inversión superior a los 7 millones de dólares.
Pandemia y puesta en marcha
El empresario santafesino René Mangiaterra se refirió a las turbinas que llegaron al pueblo la semana pasada. En este sentido, dijo que “es parte del equipamiento y es lo último pesado que se recibirá y, que ahora está en pleno montaje”.
A la vez, agregó que las turbinas llegaron desde la India. Pero, por la pandemia se retrasó la llegada.
En este punto, el empresario recordó que “tenían que haber llegado en abril pasado, pero terminaron saliendo desde la India a fines de junio y recién arribaron a Cerro Azul el fin de semana”.
En cuanto a las expectativas, Mangiaterra señaló que “tenemos un cronograma que tiene sus posibilidades de retrasos normales y naturales”. Adicionó que “dicho cronograma nos marca para empezar a inyectar energía en la red a finales de diciembre”.
Asimismo, especificó que “si en Cerro Azul -que es el pueblo más cercano- se consume esa cantidad de energía, todo eso estará destinado al pueblo. Pero, en realidad lo que se hará es inyectar a la red”.
Comentó, además, que “es más o menos (la cantidad) de lo que consume Cerro Azul en un momento donde la industria está funcionando”.
En cuanto a retrasos en las obras y puesta en marcha de la planta de biomasa, a raíz de la pandemia por COVID-19 que se desató en el mundo y que afectó al país, la provincia y a los municipios; el empresario manifestó que la obra civil no se vio tan afectada. Pero, relató que “lo que es mampostería y hormigón tuvieron retrasos por otros motivos”.
En relación a los equipos, apuntó que “todo lo que sea equipamiento y que vino desde la India es lo que más se retrasó, al igual que el montaje de la caldera y algunas otras cosas”.
A la vez, ejemplificó que “sólo el equipo que llegó desde la India se retrasó seis meses más o menos”.
Por otro lado, Mangiaterra habló sobre la variación del dólar y remarcó que “nosotros empezamos este proyecto hace cuatro años, así que si miramos para atrás hay un montón de vaivenes; no sólo en lo que es la cotización del dólar sino que también en las normativas que fueron cambiando”.
Agregó, por último, que “es decir fueron múltiples las cosas que tuvimos que ir acomodando durante este tiempo”.