Cuando parece que los días se repiten como por ejemplo, llueve por días o el sol calienta mucho por semanas, ¿cómo se sienten?, seguro que piden que pase lo contrario. Si llueve, que salga el sol; si hace frío, que haga calor… Más allá de los gustos cada vez que el clima nos somete a su “rutina” nos cansamos. Y no sólo el clima sino la vida misma.
Los colores son percibidos por el órgano de la visión, estimulado por los rayos de luz que ingresan por la retina, los cuales llegan a nuestro cerebro y nos estimulan en diferentes formas.
En cromoterapia se puede hablar de una pequeña contradicción, ya que por un lado la energía que no se crea ni se destruye sino que se transforma y al encontrarse en estado de equilibrio es sinónimo de muerte, lo cual, hablando del color sería como apagar la luz para que no se manifieste.
Por otro lado, la cromoterapia habla siempre de mantener o llegar al equilibrio cuando se trata de realizar un tratamiento con colores. De ahí su contradicción.
Entonces tanto en la naturaleza como en nuestra propia vida, que siempre está en movimiento, tendemos a llegar al equilibrio energético, mental y espiritual y ¿qué es el equilibrio si hablamos de energía?, es morir todos los días en pequeños actos, pequeñas decisiones, para renacer una y otra vez.
Es un ciclo, pero con una gran cualidad, el ciclo se repite para generar los cambios necesarios y transformarnos en nuestra mejor versión.
Todo empieza con la observación, ¿qué colores hoy son los que llaman tu atención?, de forma positiva o negativa, los colores hablan. Anímate a escucharlos porque también te van a ayudar a escuchar y a entender al otro. Incluso te pueden contar la situación que esa persona está viviendo en este momento.
Mi opinión es que la vida es como el círculo que contiene al Yin y al Yang, los colores que vemos es gracias a la luz, si sólo hubiera oscuridad no existirían. Estar en equilibrio, en paz, en amor, en libertad, sólo podemos entenderlos o disfrutarlos después de haber sentido caos, odio o bronca, encierro u ahogo.
Traigo al contexto una frase de la película Comer, Rezar, Amar donde dice Ketut: “Perder el equilibrio por amor es parte de una vida equilibrada”, yo en esta frase tomo al amor como el significado del todo.
Así que estar en equilibrio está bien, con este estado disfrutamos y estar en caos, también está bien, pero con este estado aprendemos.