Las caras de las personas que no duermen bien se perciben más pálidas y menos sanas. Nuestra natural predisposición a leer caras permiten detectar esos cambios en las personas que no duermen bien, percibimos de manera subjetiva a las personas que duermen bien como más alerta, más atractivas y más juveniles.
En un estudio recientemente publicado trataron de buscar medidas objetivas en estas apreciaciones tan humanas. Para ello privaron de sueño aleatorizadamente a 181 voluntarios sanos, de forma que de una parte de la muestra durmió 8-9 horas y la otra no.
Para comparar las caras al día siguiente utilizaron fotografías que medían los colores por espectrofotometría y análisis digital.
No encontraron diferencia en el color de la piel, la apertura de los ojos, la curvatura de los labios y las ojeras.
Si bien midieron después de una noche, sugieren valorar las implicaciones para el futuro desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial a través de imágenes y como una única imagen puede no ser suficiente.
Se afecta la barrera cutánea y el sistema inmunitario local de la piel. En un estudio en voluntarios sanos sometidos a 72 horas sin dormir se demostró alteraciones en la respuesta inmunitaria local (midieron las citoquinas) y la barrera cutánea.
También encontraron que la suplementación con aminoácidos, vitamina C y D, y omega 3 paliaban parcialmente este efecto. Proponen realizar más estudios para apoyar sus hallazgos.
Envejecimiento: En un estudio sobre 60 pacientes, los que dormían menos de 5 horas al día de forma crónica mostraron aumento del envejecimiento de la piel, disminución de la barrera cutánea y peor aspecto global. Así que a meditar para poder dormir bien.