
Desde la Pastoral Aborigen acompañaron la denuncia de los integrantes de la Tekoa Takuapí en Ruiz de Montoya, quienes evitaron el ingreso de tractores que pretendían limpiar uno de los lotes que habitan, el número 11.
Resulta que este espacio fue señalado como territorio ancestral de la comunidad y relevado dentro de la Ley 27.400 (ex 26.160) de emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país.
Durante el intento de desalojo, la maquinaria provocó daños en un sector destinado a la cosecha y de la que dependen al menos nueve familias.
Territorios ancestrales
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el referente del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA), Vasco Baigorri, contó cómo fue lo sucedido en esta comunidad: “Llegó esta señora, de apellido Torres, a exigirle a estas personas que se vayan del lugar y sucede que tampoco tenía una documentación a su nombre, sino que se presentó con una boleta de compraventa a nombre de otra persona, que supuestamente era su pareja y que falleció. Entonces, no sabemos si tiene una sucesión o lo que sea, pero la realidad es que tampoco posee un título para solicitar ningún tipo de desalojo”.
Takuapí “es una comunidad que vive en ese lugar desde hace mucho tiempo y además, tampoco se inició de la mejor manera, porque nunca se presentó pedidos de desalojo en ningún juzgado sino que llegó acompañada por un oficial de la Policía en un claro intento de amedrentar a los presentes”, añadió.
Por otra parte, aseguró que este lugar “está dentro del territorio relevado por la Ley 26.160 (hoy 27.400), corresponde a la comunidad Takuapí. En el lugar tienen una escuela realizada por la Iglesia Evangélica Suiza y está pegado al resto de los otros lotes de la comunidad”.
Baigorri señaló también que “acompañamos a Takuapí hace bastante tiempo y estuvimos con el representante legal, Desiderio Acosta, para denunciar lo que sucedió con el lote número 11. Además, al momento de llegar a la comisaría se encuentra que la persona que estaba para tomar la denuncia era la misma que fue a presionar a la comunidad para que desalojen el territorio. Esto evidentemente no es una cuestión que viene por el lado legal. Al día siguiente, se presentaron para ampliar la denuncia acompañados por la gente de EMiPA”.
Entre los daños registrados, precisó que “intentaron entrar con un tractor para arar por encima de los sembrados y destruyeron parte de la cosecha de mandioca y maíz. En ese lote viven seis familias y toda la comunidad está integrada en los lotes contiguos”.
“Una denuncia ante Dios”
El representante legal de la comunidad Takuapí, Desiderio Acosta, fue una de las personas a las cuales se les exigió que abandonen el predio y es quien realizó la denuncia en la misma comisaría donde se encontraban los efectivos que intentaron expulsarlos de las tierras: “A la vez que presenté la denuncia ante los no indígenas, lo denuncié también ante Dios, para que él vuelva a poner bien todas las cosas”, remarcó.
En tanto, la opyguá (líder espiritual) de Takuapí, Vidal Duarte, expresó: “Vamos a pedir a Dios que no nos venzan, no nos van a vencer, nosotros vamos a disponer de este lugar, la tierra es nuestra, esto es nuestro”.
Respecto a los daños registrados, Desiderio Acosta indicó que “sentimos dolor por lo que nos hicieron, porque todo lo que hemos sembrado en este tiempo nuevo se perdió. Volveremos a poner nuevas semillas que volverán a brotar trayéndonos la alegría. El espíritu de los niños volverá a tener coraje”.