
La Justicia le dictó la prisión preventiva a un agente de la Policía de Misiones y a un guardiacárcel del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) acusados de integrar una banda de “piratas del asfalto”, junto a otros cuatro individuos.
La gavilla fue imputada en su momento por cometer un atraco el domingo 8 de diciembre de 2019 y un intento similar el día que los capturaron (el pasado lunes 6 de enero de 2020).
Para dictar su resolución, la jueza de Instrucción 2 de Eldorado, Nuria Allou, valoró el peso de las evidencias obtenidas durante la investigación, como ser escuchas telefónicas, testigos, elementos incautados y el GPS de un vehículo robado.
En cuanto a los roles de cada uno de los arrestados, se supo que los presuntos ideólogos o “cerebros” de la organización delictiva eran cuatro hombres oriundos de Puerto Iguazú, quienes justamente dieron la punta de ovillo que derivó en el desbaratamiento de la banda, debido a que sus teléfonos estaban intervenidos por Gendarmería, que los tenía en la mira por una causa por narcotráfico.
Estos civiles tenían en sus domicilios elementos comprometedores.
Los efectivos involucrados en tanto, de acuerdo a los pesquisas, eran los “brazos ejecutores”, es decir que aportaban su experiencia en las fuerzas de seguridad para montar los supuestos “operativos de control truchos”, que era el modus operandi para cometer los asaltos en las rutas. También contaban con uniformes, conos, armas y otra logística necesaria para que el supuesto “montaje” sea creíble.
Además de lo secuestrado en Puerto Iguazú, indumentaria policial, municiones, teléfonos celulares, entre otros elementos, el día de las detenciones en una estación de servicios de ruta nacional 12 y avenida Fundador de Eldorado (cuando al parecer planeaban un segundo atraco), se hallaron en poder de los sospechosos más objetos.
Al requisar un Renault Duster y un Fiat Siena en el que se movilizaban los imputados, incautaron en uno de ellos un arma de fuego y elementos de uso policial.
El primer golpe
El 8 de diciembre del año pasado, un transportista se detuvo sobre la ruta nacional 12 antes de llegar al peaje Colonia Victoria porque vio un control policial.
El damnificado dijo ver una Renault Duster de color blanca (similar a la incautada a uno de los sospechosos) en el medio de la ruta, con conos y dos supuestos efectivos con linternas y uniformes de la Policía Federal, por lo que detuvo su vehículo utilitario.
El denunciante además manifestó que le ordenaron descender del rodado, que lo esposaron y que lo llevaron hasta un lugar cercano, donde estaban los otros integrantes de la banda, que le exigieron la entrega de su mercadería a cambio de no quedar detenido.
Al regresar hacia su vehículo, constató que le robaron la carga consistente en casi 2 millones de pesos en juguetes y $83 mil en efectivo.
El rastreo satelital o GPS del camión llevó a los investigadores hasta Colonia Victoria, más precisamente hasta la vivienda de un familiar directo del agente detenido.
Por si fuera poco, un testigo habría referido a los pesquisas que observó un rodado en ese inmueble donde varios hombres bajaban cajas, confió un vocero del caso.
“Nos íbamos de joda”
Solamente el agente detenido y dos de los civiles involucrados declararon en las indagatorias, todos diciéndose inocentes. El resto se abstuvo.
Llamó mucho la atención de los funcionarios judiciales la versión que dio uno de los hombres que no pertenece a una fuerza de seguridad (oriundo de Puerto Iguazú) y con respecto al día que fueron capturados en Eldorado.
“Nos íbamos a juntar para irnos de joda”, le habría dicho a la magistrada, agregando que “no preparaban un asalto, que todo era una previa para una fiesta”.
Lo insólito y que tal vez no habría sido explicado por el implicado es por qué para una celebración otros de los detenidos llevaban precintos, conos, indumentaria policial, esposas, chalecos refractarios, un arma de fuego, entre otros objetos. Otro dato llamativo es que el policía arrestado estaba uniformado ese día, cuando supuestamente tenía franco.