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Misiones comenzó esta semana un ensayo clínico con Ivermectina, un antiparasitario contra la sarna y los piojos que se produce en la fábrica de medicamentos de la provincia hace unos diez años, para ver si realmente ayuda a prevenir el contagio del SARS CoV-2.
Los sujetos voluntarios que participarán de este ensayo clínico son trabajadores del ámbito de la salud: esta semana comenzaron a tomar las pastillas de Ivermectina (dos comprimidos cada siete días, durante seis semanas) 50 trabajadores del Hospital de Fátima y en los próximos días está previsto que se sumen trabajadores de la Red de Traslado, del Madariada, SAMIC de Iguazú y Oberá. Según precisó a PRIMERA EDICIÓN el subsecretario de Apoyo y Logística del Ministerio de Salud Pública, Carlos Báez, estiman que participarán del ensayo entre 800 a 1.000 trabajadores de la salud que se irán sumando en las próximas semanas. “Participarán trabajadores con alta, mediana y baja exposición al virus, es decir desde los que están en contacto directo con los pacientes hasta los administrativos, siempre en forma voluntaria. Obviamente, se requiere una cantidad superior a 500 sujetos de estudios para poder inferir si el medicamento es útil o no para profilaxis, en nuestro caso, haremos análisis con cortes de cada 200 pacientes, estimamos que el primer corte lo haremos dentro de ocho semanas porque lógicamente no entrarán hoy los 1.000 sujetos al estudio”.
Dos usos en estudio
Los científicos australianos fueron los primeros en probar la Ivermectina en el tratamiento de pacientes enfermos con COVID-19, con resultados alentadores. Desde entonces, cada vez más países incorporaron este antiparasitario en el tratamiento compasivo de los afectados por esta pandemia. “Tratamiento compasivo” significa que está en estudio, aún no está científicamente probado, por lo que requiere el consentimiento previo del paciente. En Misiones, según confirmó el Gobierno a PRIMERA EDICIÓN, se empezó a usar la Ivermectina como tratamiento compasivo hace ya tres semanas.
Pero el estudio que comenzó esta semana busca probar la utilidad de la Ivermectina para prevenir el contagio del SARS CoV-2 en la población más expuesta al virus. Ensayos similares se están realizando Buenos Aires, Salta, Jujuy y Corrientes.
En Misiones, según precisó Báez, no sólo estudiarán si las personas que tomaron la Ivermectina se contagiaron o no, sino también se hará el seguimiento de la evolución de los trabajadores que se infecten con el nuevo coronavirus para evaluar si aquellos que tomaron el antiparasitario desarrollan síntomas más leves o graves.
La mitad sólo tomará un placebo
El ensayo clínico que comenzó en la provincia con Ivermectina es a doble ciego, lo que significa que hay dos grupos de seguimiento, los que tomarán el antiparasitario y los que tomarán un placebo. A todos se les hará el PCR antes de participar del ensayo y al cumplirse la toma de seis semanas.
Según precisó Báez, en la selección de los sujetos de estudio se excluyó a los trabajadores de la salud con problemas hepáticos y renales, además de los que presentan problemas respiratorios “no porque esté contraindicado la Ivermectina en estos pacientes sino porque es muy difícil analizar si tienen síntomas respiratorios o de otro tipo por sus patologías o por el COVID-19. No obstante, tenemos trabajadores que no pudieron entrar en el ensayo pero pidieron recibir igual la Ivermectina, por lo que se les hizo el consentimiento voluntario para que empiezan a tomar y también haremos el seguimiento clínico. La verdad es que la mayoría de los trabajadores de salud piden para ser parte de este estudio”, contó Báez.
Tampoco pueden participan del ensayo los alérgicos a cualquiera de los componentes de la Ivermectina, los que hayan usado inmunodepresores (incluidos los corticosteroides sistémicos) en los últimos 30 días, embarazadas o lactancia, pacientes cursando otra enfermedad infecciosa aguda, pacientes con enfermedades autoinmunes, con enfermedades crónicas y mujeres en edad fértil que se encuentren planificado un embarazo.
Pese al entusiasmo de los trabajadores de la salud, el funcionario aseguró que los estudios que existen hasta el momento en el mundo sobre la utilidad de la Ivermectina como método de profilaxis contra el SARS CoV-2 incluyen a muy pocos pacientes, por lo que es muy apresurado sugerir a la población que puede usarlo. Por eso, precisamente, se realiza este ensayo clínico en la provincia.
Peligro de “falsa seguridad”
El subsecretario de Apoyo y Logística del Ministerio de Salud Pública, Carlos Báez, destacó que el uso de la Ivermectina como preventivo del contagio del SARS CoV-2 “no está probado, por eso, precisamente estamos haciendo este ensayo en nuestra provincia. Pero hay que tener mucho cuidado de no crear una falsa seguridad, ni entre los trabajadores de la salud ni en la población en general. No se trata de ir a comprar Ivermectina en la farmacia y creer que estamos protegidos del nuevo coronavirus. Por ahora, el distanciamiento social, el lavado de manos y uso del barbijo son las medidas más eficaces para evitar el contagio”, remarcó.
Estudios privados en Argentina y el mundo
La Ivermectina es un antiparasitario de amplio espectro mundialmente utilizado hace más de cuatro décadas. Desde su descubrimiento en los años ‘70, por el investigador japonés, Satoshi Omura, (que le valió el premio nobel de fisiología y medicina en 2015) revolucionó por controlar parásitos internos gastrointestinales y pulmonares y hectoparásitos como sarna, piojos, moscas y garrapatas con una sola aplicación.
La droga tiene un alto perfil de seguridad y bajos efectos adversos cuando se prescribe por vía oral y en las presentaciones para uso farmacéutico humano.
No solo en Argentina, en todo el mundo se están realizando muchos ensayos clínicos para evaluar la actividad antiviral en el tratamiento de COVID-19. Solo en Estados Unidos, en la base de datos de la Biblioteca Nacional de Estados Unidos y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de ese país muestran más de 30 estudios clínicos sobre las búsquedas de fases I, II, III y IV con Ivermectina en COVID-19, incluyendo tratamiento y profilaxis.
Asociado con iota-carragenina
En mayo de este año, en Argentina concluyó y se presentó el trabajo Ivercar01 llevado a cabo por investigadores del Hospital Eurnekian de Ezeiza y Muñiz de Buenos Aires en el cual se administró Ivermectina en conjunto con iota-carragenina a personal de salud donde se observó una clara evidencia sobre la efectividad en la prevención del contagio por coronavirus y sus potenciales complicaciones así como una clara disminución en la baja en el personal esencial, recurso humano fundamental para hacer frente a la pandemia.
También hay estudios argentinos que indican la eficacia del antiparasitario como antiviral para pacientes con COVID-19. El estudio del Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales (IIET), de la Universidad Nacional de Salta, reveló que la Ivermectina produce la eliminación del virus en etapas tempranas de la infección.