
Una agresión que sufrió una vecina del barrio San Isidro, la dejó con lesiones serias que ahora le impiden caminar con facilidad. El episodio ocurrió el viernes 2 de octubre y tanto la víctima como su esposo hablaron con este diario para contar los padecimientos que hace años sufre la gente del barrio. La responsable sería una patota de mujeres, que al parecer sólo saben dirimir las diferencias a golpes. Indicaron que hasta el momento no han tenido respuestas de las autoridades judiciales y ya no saben a quién recurrir.
El punto cúlmine de las situaciones de violencia ocurrió en horas de la mañana, cuando Ramona Godoy (39) regresaba a su vivienda de la manzana 24, la cual se encuentra cerca de la estación transformadora a la vera de la exruta provincial 213. En el camino fue interceptada por cuatro mujeres, dos hermanas y sus respectivas hijas, que desde hace tiempo serían las que atemorizan a los vecinos por sus actitudes agresivas. Según relató la víctima, al parecer estaban bajo los efectos de alguna sustancia y sin motivo alguno la comenzaron a golpear. Esto fue escuchado por otra vecina, quien salió a pedirle que dejaran de pegarle.
Cuando todo pasó, la mujer se refugió en su vivienda muy lastimada y debió dirigirse al Hospital Madariaga para recibir atención, dado que además cursa un embarazo y temía perder la gestación.
“Puedo contar la historia porque mi vecina salió a defenderme. Estoy embarazada y me pegaron muchísimo entre las cuatro”.
Según explicó, la situación comenzó hace cinco años y es la octava vez que la atacan. “Hicimos muchas denuncias en la comisaría y nunca nos dieron una solución”.
Su esposo detalló que ella recibió golpes por todas partes, pero los más graves fueron en la cabeza y en la columna, hecho que la dejó con dificultades para movilizarse.
“Esto es un problema que viene desde el 2015 y la Justicia nunca nos dio una ayuda para que esto se termine”. Contó también que su mujer no es la única que es atacada por la patota de mujeres, dado que “hay muchos otros vecinos que también fueron agredidos por estas mujeres”.
Consultado acerca de la respuesta que tuvieron de la Justicia puntualizó que fueron a la fiscalía a hacer la denuncia y ahí les dijeron que lo mejor que podían hacer era evitar cruzarse con las agresoras, desviarse de su camino. “Esto no es posible porque ellas mismas salen a pegar sin que la gente las provoque”, señaló.
“Mi señora tiene lesiones graves y según lo que digan los estudios vamos a ver si tendrán que operarla para que pueda volver a caminar bien. Tiene golpes serios en la columna, hematomas en la cabeza y tuvieron que hacerle 18 puntos de sutura. Agradeceremos que alguien nos escuche porque ya no podemos vivir en esta situación”, cerró.