1. No sigues una planificación en tu entrenamiento.
Es muy importante poder entrenar con profesionales. Hacer una evaluación completa de cómo estamos para empezar. Una antropometría sería algo muy interesante ya que nos muestra la composición corporal más allá del peso de la balanza que poco nos indica. El profesor debe evaluarnos para comenzar un plan de entrenamiento que se adapte a nuestras necesidades
2. No te estás esforzando lo suficiente
Muchas veces nos puede la pereza estamos más tiempo en el gimnasio charlando o “perdiendo el tiempo” que verdaderamente entrenando. Tener un compromiso con nosotros mismos, significa dar el máximo en cada clase y no faltar por simples excusas
3. Quieres resultados muy rápidos
Puede ser que no le hayas dado margen a tu cuerpo para empezar a mostrarte esos progresos. Tienes que tener en cuenta que los resultados se van viendo a medida que pasan los días, meses e incluso años (dependiendo de la meta que te fijes).
La ansiedad no es buena compañía, y a veces sólo nos lleva a la frustración. No se trata de avanzar rápido, se trata sólo de avanzar. Cuando hacemos las cosas bien, naturalmente podemos ver cambios
4. Los estímulos que le estás dando a tus músculos no son los adecuados
Ya sea porque son poco o demasiado para tus necesidades. Por ejemplo, en el trabajo de fuerza es inútil realizar los ejercicios con un peso muy bajo, que al músculo no le está estimulando en absoluto y que no va a conseguir generar ningún cambio por realizarlo. Igual que si trabajas con un peso demasiado elevado no vas a ejecutar el ejercicio correctamente, sin lograr lo que necesitas y además jugándote una lesión.
De los siete días que tiene la semana, debo planificar de manera ordenada mis días, ni pocos estímulos, ni exagerados, buscar lo indicado para mis necesidades
5. Tu dieta no es la adecuada
Dicen que la alimentación es el 70 por ciento del resultado de nuestro entrenamiento. Tanto en el caso de quienes buscan construir masa muscular, o quienes desean perder grasa. No se trata de hacer dieta, sino aprender a comer e incorporar hábitos que podamos sostener en el tiempo
6. No descansas
Para que tu cuerpo y tus músculos muestren el trabajo realizado deben recuperarse y necesitan descanso y, además, un buen descanso. Así que planteate unas buenas y continuas horas de sueño y de no gym como parte de tu rutina.