
La sequía ya empezó a hacer estragos en distintos puntos de la provincia, y no sólo en la producción: también comenzaron los problemas de escasez de agua potable.
En Bernardo de Irigoyen, el Concejo Deliberante declarará la emergencia hídrica, mientras que en Puerto Iguazú -como contó PRIMERA EDICIÓN la semana pasada- hacen “malabares” para asegurar la provisión a la mayor cantidad posible de vecinos, aunque hay casos como el del barrio San Juan donde, como también reflejó ayer este Diario, unas 300 familias piden desesperadamente otro pozo perforado, ya que el que tienen está casi seco y llevan más de una semana sin una sola gota de agua para cubrir sus necesidades básicas.
El Deliberativo irigoyense resolvía a última hora de anoche la declaración de la “emergencia hídrica” en el municipio a pedido del presidente de la Cooperativa de Provisión de Agua y otros Servicios Públicos de Bernardo de Irigoyen Limitada (COOPABIL), Arlindo Pianoski.
En la mañana de ayer martes, éste se reunió con el intendente y acordaron esta decisión por la sequía que está afectando a la zona y la marcada bajante del caudal del arroyo y los pozos de donde se proveen de vital líquido, a lo que se suma que se quemó una de las dos bombas de la toma de agua.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Pianoski adelantó que “esta noche (por ayer) el Concejo Deliberante va a tratar el pedido de declaración de la emergencia hídrica en el municipio. El arroyo Barracao, donde están las dos tomas de agua, está con el caudal de agua muy bajo y por eso se quemó una de las dos bombas. Por ahora estamos bombeando sólo a la noche, cuando juntamos agua en el embalse. Tuvimos una reunión hoy (por ayer) por la mañana con el intendente sobre la situación del agua en la ciudad y acordamos como primera medida declarar la emergencia”, contó.
Bernardo de Irigoyen tiene dos tomas y las dos están ubicadas en el mismo curso de agua: el arroyo Barracao y la naciente del Pepirí. Trabajan con dos bombas de 30 y 40 HP de potencia, pero una de ellas se quemó porque el agua del embalse está muy baja en su nivel por la sequía que afecta a la zona.
Múltiples problemas
“Tenemos muchos problemas de agua potable en Bernardo de Irigoyen. La planta potabilizadora es muy obsoleta y no da abasto. También tenemos pozos perforados de donde se provee agua a los barrios, pero también bajó mucho el nivel del agua. Estamos en una situación preocupante”, admitió Pianoski.
La problemática de la provisión de agua potable en Irigoyen no es nueva. En diciembre pasado asumió una nueva conducción de la COOPABIL y se encontró con las cuentas en los bancos embargadas, con muchas conexiones clandestinas y un alto porcentaje de deudores. Desde la nueva dirigencia están buscando sanear la situación y comenzar a mejorar el servicio para los socios.
Pianoski contó que tienen “2.000 socios y de ellos sólo el 50% está al día. Tenemos socios que no pagan el servicio hace años. A eso hay que agregarle que hay una cantidad de conexiones clandestinas que no sabemos cuántas son. Estamos convocando a los usuarios que se acerquen a la cooperativa para comenzar a solucionar estas cosas, porque es la única manera de seguir adelante con el servicio”.
“Hoy (por ayer) una integrante de la comisión directiva fue a un barrio para notificar a 60 usuarios que deben boletas y ese barrio desde el fin de semana no tiene agua. Le estamos proveyendo con el vehículo de los Bomberos Voluntarios”, contó.
Además advirtió preocupado que “se viene un verano seco con pocas lluvias. De seguir así con la bajante del arroyo y los pozos, no sabemos cómo vamos a poder prestar el servicio. El arroyo ya tiene poca agua en su caudal, los pozos de donde sacamos agua ya están con un nivel muy por debajo de lo normal. Estamos trabajando con el intendente para ver cómo podemos solucionar la situación”.
“Situación desesperante”
“La situación es desesperante”. Así comenzó su relato Graciela Martínez, quien se identificó como una de las fundadoras del barrio San Juan de Puerto Iguazú, donde residen más de 300 familias que se proveen de un pozo perforado que está casi seco.
“El camión de la Municipalidad no está trayendo el agua y el pozo perforado de donde sacamos para el consumo está casi seco. En este barrio hay muchos niños y hay que tener en cuenta que estamos atravesando una pandemia, donde la higiene es fundamental, por eso estamos pidiendo por favor al intendente y al Gobernador que nos escuchen. Yo cedí parte de mi terreno para que se haga otro pozo perforado, pero tienen que venir a hacerlo”, indicó la mujer a PRIMERA EDICIÓN.
También contó que “hace cinco años venimos reclamando este pozo. Se hizo una perforación en la escuela del barrio, pero desde que comenzó la pandemia (el edificio) está cerrado y también la perforación. Nosotros dijimos que no la podían poner ahí porque la escuela se cierra, y después vino la pandemia y estamos así, con problemas. Los vecinos tienen que acarrear el agua del pozo perforado que tenemos y que apenas tiene agua, nuestra situación es desesperante”, insistió.
Otra vecina, Yamila Álvarez, indicó a este Diario: “Hace más de una semana que no tenemos agua, sólo para tomar, no hay agua para bañarse y lavar la ropa, no tenemos medios para comprar, estamos desesperados, hay muchos niños en el barrio y apenas alcanza para tomar. En medio de esta pandemia donde te remarcan todo el tiempo que hay que lavarse las manos y cuidar de la limpieza, nosotros no tenemos una gota de agua”, protestó.
Los vecinos presentaron una nota al Municipio y pidieron que se haga llegar su pedido a la Provincia. También advirtieron que saldrán a manifestarse a las calles si no tienen respuestas, ya que su situación es “insostenible”.