Un adolescente de 16 años alertó a la policía que sobre una rama había un cráneo humano dentro de un predio privado privado de la manzana 37, entre la avenida 210, calle 200B y calle 81.
De inmediato una patrulla de la comisaría Decimoquinta se dirigió al lugar para confirmar la versión y dar aviso a su vez a la Policía Científica para los primeros análisis.
El juez de Instrucción de turno, Marcelo Cardozo, solicitó todas las pericias pertinentes y averiguaciones para determinar la procedencia de los restos.