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“Estoy bien, lo único que quiero es salir de todo esto, que termine y recuperar a mis hijas. Me sentí mal durante todo el juicio, pero lo fui superando”. María Ramona Ovando (46), ayer a las 8.30, se manifestó confiada en que saldría libre del Tribunal Penal de Eldorado. Aventuraba que por segunda vez la absolverían y volvería a su hogar para intentar ponerse de pie y criar a sus hijos.
“Mirando todo lo que sucedió hasta hoy (entre septiembre y octubre) me parece que todo está mal de nuevo. No digo que hay planes porque no sabemos. También dije que nunca más volvería pisar un tribunal y acá estamos, así que mejor me callo”, cerró la madre acusada junto a dos jóvenes de 23 años de abusar de dos de sus hijas y una nieta entre agosto de 2013 y febrero de 2015 en Eldorado.
Las últimas palabras de Ovando en libertad las dio a PRIMERA EDICIÓN y minutos antes de las 9 sonaron como presagio de lo que ocurriría una hora después: “No confío en este Tribunal, es injusto lo que estoy pasando”.

María Ovando fue condenada ayer por los jueces Lyda Inés Gallardo, María Teresa Ramos y Eduardo Javier Jourdan a la pena de 20 años de prisión por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal calificado por la preexistencia de vínculo y convivencia, abusos calificado por el vínculo y por ser menores de 13 años las víctimas”.
Al expediente 48.426 del Tribunal Penal de la Tercera Circunscripción Judicial, le correspondió ayer a las 10 la sentencia 2343/2020 en la que también fue condenado Marcos Iván Laurindo a 18 años de prisión por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, con conocimiento de la convivencia preexistente en concurso real, reiterado, un hecho y abuso sexual y promoción a la corrupción de menores”.
Lucas Ferreira también fue condenado por delitos previstos en el artículo 119 del Código Penal Argentino. En este caso a doce años de prisión por “abuso sexual con acceso carnal, un hecho y abuso sexual gravemente ultrajante, un hecho”.
Las víctimas en todos los casos fueron dos hijas y una nieta de María Ovando y el período en que se habrían cometido estos crímenes se inicia en agosto de 2013 hasta febrero de 2015.
En el caso de Ovando, el Tribunal ordenó que cumpla condena en la Unidad Penal V de Mujeres del Servicio Penitenciario Provincial, en Posadas y que cumpla con “un tratamiento psicológico pertinente”. Los camaristas anunciaron además que sus hijos deberán recibir “asistencia psicológica del Centro Provincial de la Mujer”.

“Fue un atentado a los niños”
El fiscal Federico Rodríguez tras el fallo del Tribunal opinó y resumió: “Es un mensaje claro contra un atentado muy grave a los niños. Es un fallo que esperábamos”.
Admitió además sentirse “conforme a pesar que bajaron un poco la pena que solicité pero no la voy a recurrir o apelar por esto”.
También remarcó que “la recomendación de tratamiento psicológico para María Ovando ya se había hecho en el juzgado civil”. Y cerró: “Creo que queda igual un largo peregrinar en este caso. Creo que el fallo no se podrá revertir, pero si esto ocurriera allí estaremos para presentar lo que sea necesario en cuanto a su cumplimiento”.
Para Roxana Rivas, integrante del tridente defensor de Ovando en el debate “lo que ocurrió es gravísimo, nos sorprende muchísimo el hostigamiento de este tribunal, imaginábamos otra perspectiva de las dos juezas, que pese a las contradicciones del expediente iban a estar a la altura, pero no fue así”.
“Vamos a apelar, vamos a ir a casación aunque sabemos que nuestra lucha no terminará en el Superior Tribunal de Justicia, iremos a organismos superiores”, agregó la abogada.
También marcó reparo y abrió sospechas: “María tuvo seis expedientes de familia y en ninguno se habló de abusos sexuales en su entorno. De repente ahora tuvo un concubino de 16 años y abusan de sus hijas. Es absurdo. Pensamos que este tribunal al tener dos mujeres integrantes cambiarían de perspectiva, pero no fue así”.
“Es una tragedia de la Justicia”
Eduardo Paredes, también defensor de Ovando sostuvo en diálogo con este Diario que “del Poder Judicial ya no me sorprende nada. En este caso puntualmente, estamos seguros de que se anulará todo en la Corte Suprema, estoy convencido que ello ocurrirá. Acá condenaron sin nada a tres personas. Es un recurso sistémico en esta provincia el de condenar sin prueba, condenar inocentes”.
“Se va a pedir de inmediato un habeas corpus firmado por gente importante del país para que recupere la libertad María Ovando”, resaltó y adelantó también que entre sus fundamentos de prueba a favor quedará sentado que el “Tribunal viola el principio de inocencia y la doctrina Ulloa de la Corte Interamericana. Es una tragedia más de la Justicia misionera. Le sucedió a Cristina Vázquez y ahora van a tener este caso como nuevo caso que dañará la estructura de las instituciones. Es una lástima, pero esto va a ocurrir”.
“Vamos a esperar al 11”
Rodrigo Torres Muruat, defensor oficial de Laurindo y Ferreira, fue cauto en cuanto a verbalizar su reacción al fallo: “Voy a esperar al 11 de noviembre para ver los fundamentos en cuanto a la responsabilidad porque no quedó claro, ni antes ni después del juicio si eran menores de edad los jóvenes”.
“De ocurrir lo que pensamos, vamos a solicitar la nulidad absoluta. Vamos a ir en casación al STJ y a la Corte también si es necesario. Por lo pronto todas las sospechas me las reservo, antes hay muchas cuestiones por resolver y en los fundamentos esperamos aclararlo”
“Muchísimas Ovando”
Mientras adentro del Tribunal Penal de calle San Juan se oían voces a favor y en contra del fallo emitido. En la vía pública los manifestantes que concurrieron a apoyar a Ovando y solicitar su liberación se encontraba Aníbal Rubén Zeretzki, dirigente del Partido Obrero en Eldorado: “Es realmente escandaloso, el tribunal y el fiscal, ya superaron todo lo que podíamos imaginar. Esto es una revancha contra María Ovando. Pedían un fallo ejemplificador y es una locura lo que hicieron con una mujer, una madre. La culpabilizan por su pobreza estructural y es un altísimo grado de equivocación porque precisamente es esta condición la que no la deja salir adelante”.
“Tato” Zeretzki también cuestionó a Federico Rodríguez en su rol de acusador a lo largo del juicio que se inició en septiembre: “Para el fiscal el silencio que manifiesta Ovando la responsabiliza aún más. Es su derecho no hablar, es una mujer pobre. En el norte de Misiones hay muchísimas María Ramona Ovando. Si van a buscar más mujeres como ella para hacer justicia como pretenden, van a tener que construir más cárceles porque las van a llenar a todas. Misiones está llena de mujeres que salen a trabajar y dejan a sus hijos sin poder comer o que caen en las adicciones, es una vulnerabilidad inmensa”.
Olga Aguirre, respondiendo al mismo movimiento político, que acompaña a Ovando desde su primer juicio en 2012, cuando fue acusada por “abandono de persona y muerte”, que terminó en su absolución ante el mismo tribunal, resaltó: “Con esta condena la Justicia sale a cubrirle las espaldas al Estado que es el único responsable de lo que le sucedió a la hija y la nieta de María. Estamos frente a un estado que genera y reproduce las condiciones materiales para que las familias terminen en la miseria más extrema y después las responsabiliza por las consecuencias de esa miseria que sufren”.
“El mensaje es claro: el Estado está dispuesto a llevar a fondo la violencia de la que es capaz. A María Ovando la acompañamos porque sabemos que ella nunca eligió, solo soportó las distintas formas de violencia que le tocaron junto a sus hijos. El Estado que la acusó antes y ahora es el responsable. Tenemos una provincia donde la mitad de los misioneros son pobres, donde las violaciones y femicidios están a la orden del día y en ese contexto María es sólo el chivo expiatorio”, finalizó.